03:30 AM, mi "santo" roncando y yo con los ojos más abiertos que una lechuza con sobredosis de LSD.
Pues pongo la radio.
… Estás escuchando radio-Buenaventura, dime qué te pasa y te daré la cura… tenemos una amiga al teléfono. Veamos, amiga Pontevedra, cuéntanos tus problemas…
- ¿Oiga? ¿Es la radio?
- Sí, díganos qué le ocurre.
- Verá, es que yo soy un hombre.
- Ah, que usted se siente un hombre encerrado en un cuerpo de mujer…
- Nonono, que soy “amigo Pontevedra”, no “amiga Pontevedra”, que se lo han dicho mal sus compañeros.
- Bien, bien, no pasa nada amigo, le atenderemos igual. ¿Qué le sucede?
- Es por mi hijo, que lo está pasando muy mal.
- ¿Y para qué nos llama?
- Pues… pa que se lo solucionen todo, claro…
- Hmmm… déjeme decirle algo… aquí no solucionamos nada, sólo escuchamos sus problemas y le aconsejamos cómo puede usted sobrellevarlos.
- Pues vale, entonces… ¿se lo cuento o no se lo cuento?
- Claro, claro, díganos lo que quiera, tenemos toda la noche por delante.
- Bueno, pues resulta que mi hijo se ha separado de la mujer y la muy zorra se ha largado con…
- Un momento, amigo Pontevedra, vamos a evitar los insultos gratuitos, que la gente está relajada en su cama, escuchándonos, y no queremos que se desoriente, ¿le parece?
- Pero si es que es una puta, de verdad se lo digo, señorita, si le ha dejado sin…
- Insisto, por favor, amigo Pontevedra, no siga por ese camino, que no le hace ningún bien. Cuéntenos la historia tranquilamente y sin maquillarla con palabras soeces.
- Vale, vale, se lo cuento despacito, pero ya me dirá usted cuando termine si es o no es una pilingui de campeonato, porque resulta que…
- Oiga, amigo Pontevedra, respire profundamente diez segundos antes de continuar, verá cómo lo ve todo distinto.
- ¡Si yo ya respiro, sólo quiero que me deje contarle lo de la furcia de mi nuera!
- Caballero, me está usted obligando a cortar esta entrevista. O cambia de actitud, o me temo que esta conversación habrá llegado a su fin.
- ¿Entonces a quién le cuento lo de la pelandusca?
- Buenas noches, amigo Pontevedra.
- ¡Que no me está entendiendo, que es una fulana, de verdad, si lo dice todo el barrio!
- Compañeros, cortadle el micro, por favor.
- Nooo, japutaaaaaaaaaaa… pip pip pip…
Nada. Esto no me adormece lo más mínimo.
Pues enciendo la tele de la cocina (la única que queda “viva” en casa, después del estropicio de la súper pantalla plana que acabó en la basura).
Chumpa chumpa, requetechumpa (léase como si fuera música bakalata a mil decibelios). Y ahora, la pregunta de la noche. Atentos, que es un poco complicadilla y hay que pensársela bien, ¿vale? Ahí os la lanzo:
Tenéis que acertar una palabra de cuatro letras que rima con “claraboya”.
Venga. Dadle al coco. Tic tac tic tac. El primero que me llame se llevará la friolera de…. ¡¡¡10 eurosssssss!!! Qué subidón, ¿eh, eh? Tic tac tic tac. Ánimo, que ya sé que está difícil, pero vosotros podéis. Es ahora o nunca. Y este dinerillo viene muy bien para tapar agujeros. ¿A que sí? Tic tac tic tac. A ver, creo que me entra una llamada…
- ¿Oiga?
- Dígame una palabra de cuatro letras que rime con claraboya.
- Es que me da vergüenza…
- No, esa no es. Lo sientooooo. ¿Otra llamada?
- ¡¡¡Nooooo, que iba a decir pollllll…. Pip pip pip…
Dios mío, ¿la peña es capaz de llamar a la tele y soltar obscenidades por 10 míseros euros? Me voy a la cama, que ya veo que hay gente pasándolo peor que yo.
04:45 AM… ¡Mierda! Ya sabía yo que había una…
¡¡¡Joya!!! ¡La palabra de cuatro letras era “joya”!
Pues no soy yo nadie cuando me pongo a darle al bolo…
Y mañana, madrugón para llevar a los niños al campamento y arrastrarlos a natación por la tarde… con mis bolsas como alforjas, los ojillos hundidos y la sonrisa perenne.
¡Si es que soy pa comerme!
Pues pongo la radio.
… Estás escuchando radio-Buenaventura, dime qué te pasa y te daré la cura… tenemos una amiga al teléfono. Veamos, amiga Pontevedra, cuéntanos tus problemas…
- ¿Oiga? ¿Es la radio?
- Sí, díganos qué le ocurre.
- Verá, es que yo soy un hombre.
- Ah, que usted se siente un hombre encerrado en un cuerpo de mujer…
- Nonono, que soy “amigo Pontevedra”, no “amiga Pontevedra”, que se lo han dicho mal sus compañeros.
- Bien, bien, no pasa nada amigo, le atenderemos igual. ¿Qué le sucede?
- Es por mi hijo, que lo está pasando muy mal.
- ¿Y para qué nos llama?
- Pues… pa que se lo solucionen todo, claro…
- Hmmm… déjeme decirle algo… aquí no solucionamos nada, sólo escuchamos sus problemas y le aconsejamos cómo puede usted sobrellevarlos.
- Pues vale, entonces… ¿se lo cuento o no se lo cuento?
- Claro, claro, díganos lo que quiera, tenemos toda la noche por delante.
- Bueno, pues resulta que mi hijo se ha separado de la mujer y la muy zorra se ha largado con…
- Un momento, amigo Pontevedra, vamos a evitar los insultos gratuitos, que la gente está relajada en su cama, escuchándonos, y no queremos que se desoriente, ¿le parece?
- Pero si es que es una puta, de verdad se lo digo, señorita, si le ha dejado sin…
- Insisto, por favor, amigo Pontevedra, no siga por ese camino, que no le hace ningún bien. Cuéntenos la historia tranquilamente y sin maquillarla con palabras soeces.
- Vale, vale, se lo cuento despacito, pero ya me dirá usted cuando termine si es o no es una pilingui de campeonato, porque resulta que…
- Oiga, amigo Pontevedra, respire profundamente diez segundos antes de continuar, verá cómo lo ve todo distinto.
- ¡Si yo ya respiro, sólo quiero que me deje contarle lo de la furcia de mi nuera!
- Caballero, me está usted obligando a cortar esta entrevista. O cambia de actitud, o me temo que esta conversación habrá llegado a su fin.
- ¿Entonces a quién le cuento lo de la pelandusca?
- Buenas noches, amigo Pontevedra.
- ¡Que no me está entendiendo, que es una fulana, de verdad, si lo dice todo el barrio!
- Compañeros, cortadle el micro, por favor.
- Nooo, japutaaaaaaaaaaa… pip pip pip…
Nada. Esto no me adormece lo más mínimo.
Pues enciendo la tele de la cocina (la única que queda “viva” en casa, después del estropicio de la súper pantalla plana que acabó en la basura).
Chumpa chumpa, requetechumpa (léase como si fuera música bakalata a mil decibelios). Y ahora, la pregunta de la noche. Atentos, que es un poco complicadilla y hay que pensársela bien, ¿vale? Ahí os la lanzo:
Tenéis que acertar una palabra de cuatro letras que rima con “claraboya”.
Venga. Dadle al coco. Tic tac tic tac. El primero que me llame se llevará la friolera de…. ¡¡¡10 eurosssssss!!! Qué subidón, ¿eh, eh? Tic tac tic tac. Ánimo, que ya sé que está difícil, pero vosotros podéis. Es ahora o nunca. Y este dinerillo viene muy bien para tapar agujeros. ¿A que sí? Tic tac tic tac. A ver, creo que me entra una llamada…
- ¿Oiga?
- Dígame una palabra de cuatro letras que rime con claraboya.
- Es que me da vergüenza…
- No, esa no es. Lo sientooooo. ¿Otra llamada?
- ¡¡¡Nooooo, que iba a decir pollllll…. Pip pip pip…
Dios mío, ¿la peña es capaz de llamar a la tele y soltar obscenidades por 10 míseros euros? Me voy a la cama, que ya veo que hay gente pasándolo peor que yo.
04:45 AM… ¡Mierda! Ya sabía yo que había una…
¡¡¡Joya!!! ¡La palabra de cuatro letras era “joya”!
Pues no soy yo nadie cuando me pongo a darle al bolo…
Y mañana, madrugón para llevar a los niños al campamento y arrastrarlos a natación por la tarde… con mis bolsas como alforjas, los ojillos hundidos y la sonrisa perenne.
¡Si es que soy pa comerme!
14 comentarios:
Casi que a veces es mejor bucear por la red... Buenas noches zzzz....zzzzzzz....zzzzz
Si es que la noche tiene personajes muy peculiares. Buenas noches.
En noches como esas, casi mejor coger un buen libro, jajaja O un tostón de libro, de los que dan sueño!!
besos
joe...a mi me ha pasado más o menos lo mismo, me he despertertado a las 3 y hasta las 4.30 no me he vuelto a dormir, por darle a la mollera... y a mi novio lo he tenido que despertar para dcirle que se pusiera de lado, por que roncaba... ¬¬
despertertado?? jajajjaja
Pero qué nos ha pasado a todas esta noche??? no he podido pegar ojo y lo de la radio no era buena opción, asi que me he puesto a contar las vueltas que he dado en la cama y los coches que pasaban por la calle estilo "chiropaaaa" y como dos horas antes de que sonara el despertador he logrado dormirme...ufff
Animo, hay unos correctores de ojeras buenísimos si quieres te recomiendo un par ;)
las noches sin dormir se hacen eternas,es horrible, yo suelo leer algo para cansar la vista...pero aún así aun no funciona
otra que ha dormido solo la mitad de las horas recomendables...
me encanta la imagen del panda, que gracioso el antes y el después sin sus "ojeras" ejejeje
Y yo que me quería enterar lo de la nuera de Pontevedra!!!
besos
Esas noches son para pegarse un tiro, vamos...
Y sobre todo si el que está a tu lado duerme como un bendito..
Cagüennnnnnnnnn...
También los hay que llaman para decir a los presentadores lindezas como: "te fo...ría todo el día", o "tócame el c...ho".
Hablando del amigo de Pontevedra, recuerdo un programa que se llamaba "Hablar por hablar" al que llamó una vez un señor de Pontevedra (¿sería el mismo amigo?), comentando que, pobre de él, vivía en una aldea perdida en medio del monte, sin nadie con quien hablar, que se había tenido que quedar a cuidar de su madre mientras veía cómo sus pocos amigos abandonaban el pueblo, y sin más compañía que las vacas a las que cuidaba...
"Y claro, señorita, uno no es de piedra, tiene una edad, no ha conocido mujer y siente de cuando en vez impulsos naturales irreprimibles, sólo consolados con el contacto vacuno..." (no, creo que, definitivamente, no era el mismo amigo. ¡Ah!, esta última frase leedla con acento gallego).
Ufff...el fabuloso mundo de los medios de comunicación de madrugada!! Lo mejor hubiera sido que te hubieras enchufado al blog y nos hubieras regalado un post gratuito sobre los ronquidos de tu marido o algo... :P
Besicos!
Yo me entretenia antes viendo porno... no entendais mal jajaja,no la peli, que era tan original como una caja de palillos, si no lo que echaba el canal local junto con la misma, un recuadro abajo para mandar mensajitos de msm, pero lo que la peña mandaban a euro y pico el mensaje y salidos como la punta de un chupete era para reirse un ratito largo.
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