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lunes, 27 de febrero de 2012

Ese brillante objeto de deseo

Y, un año más, llegaron los Oscars a mi casa. 

Para no perder la costumbre y darle a la ceremonia el valor que se merecía, opté por calzarme mis mejores pantuflas y adornar mi cuerpo serrano con un camisón de Betty Boop que tenía pendiente de estreno. Toda yo era puritito glamour. ¡Que viva el star system!

Enciendo la tele, calibro el mando, apunto a la pantalla y… ¿qué me encuentro?

¡Y dale molino con Billy Crystal! ¿Pues no lleva ya 9 galas en su haber? ¡Qué abusón!
Por un momento, dudo si se trata de Billy o de su tía Enriqueta la que se ha encaramado al escenario. Menudo “jeto” le ha dejado el bótox. Mi madre… Podría haberse reservado el precio de un par de “chutes” para un injerto capilar en la zona frontal. Le nace el matojo, palmo arriba-palmo abajo, sobre el hemisferio trasero. Un despropósito…

Bueno, está claro que no se libra de la crisis ni el tato.
Resulta que Kodak se ha declarado en quiebra y, por ese motivo, este parece ser el último año en que el Kodak Theatre acogerá la gala. Después de 10 años viendo a las estrellas desfilar por su alfombra granatosa, da como penica

Y a todo esto, cada año me sorprendo más del cociente intelectual de los presentadores de la abc a pie de estrella. Parezco nueva. Un botón de muestra: 
-“Fulanita, ¿es verdad que cuando tu abuela vio tu actuación te dijo lo bien que lo habías hecho y ya con eso te diste por satisfecha?”. 
-“Sisisi”- contesta la rubia. “Ella es muy importante para mí y su opinión me afecta mucho”. 
Ah, pues nada, si lo ha dicho tu abuela, no seremos nosotros los que te quitemos la ilusión, doña “perfecta-desconocida-con-vestido-de-dudoso-gusto”…
Apasionante documento.

Al lío.
Dice la “entendida en trapos” de la abc que Rooney Mara, con su etéreo Givenchy escogido “ayer mismo”, según la susodicha (ya será menos), es una "Audrey Hepburn punky rediviva". Lo que tú digas, mona… pero que no se le va a mover un pelo por más que le pille un huracán de fuerza 5, eso te lo garantizo. 
¡Qué ingeniería capilar! ¡Qué flequillo cortado con rotaflex! ¡Qué montón de loctite desparramado sobre los cantos para lograr ese efecto brillante-pero-seguro!


Y el primer “qué pintas tú aquí” de la noche va para el príncipe Alberto de Mónaco y su vivaracha mujer. ¡Qué alegría de señora! ¡Qué cascabel! Si es que la veo y se me pone el cuerpo jotero. Lleva la juerga en las venas. Es fascinante…


No me digas que si te quedas mirándola fijamente 4 segundos, no te entra una depresión de caballo que ni con doble ración de Prozac. Tiene pinta de dolerle un uñero que se le hizo en el dedo gordo del pie izquierdo cuando jugaba al bridge con las amigas de su suegra. O así…

A renglón seguido, el drama de Michelle Williams y sus problemas daltónicos.
Dice que lleva un vestidito de Vuitton (gracias por no disfrazarte de señora mayor, como hiciste en los Golden Globes) y que es incapaz de descifrar el color.
Pues rojo, hija. ¡Rojo!

Si es que cuando una famosa se pone intensa, de verdad que no hay por dónde salvarla…


Ojito a Cristopher Plummer, que me lleva un smoking de “ciertopelo”…
Como cierto-pelo se le marca también a su parienta bajo el vestido de rasete sin forro ni ropa interior. Bueno, quien dice pelo, dice la cicatriz de la apendicectomía. Y otras cosas que no quiero ni imaginar…


En casos como este, yo aconsejo seriamente una faja Vulkan. Total, peor no puedes quedar…

Mr. Decaffeinato aparece haciendo el paseíllo con la novieta de turno. No me pidáis su nombre, porque hace media docena de tías que decidí no intentar memorizarlas. Total, pal año que viene tendrá otra… Como diría Pepe Colubi (qué grande es el tío): “tremenda bigarda la que acompaña al Clooney”. 
No se aprecia en la foto, pero a pie de calle os juro que le saca cabeza y media.


En el moñaco de Tina Fey me ha parecido ver asomar el pico de una garza.


Serán cosas mías…
Aquí la tenéis bailando “la Lambada, el baile prohibido”.

Lo de Emma-caja-roja-de-Nestle-Stone clama al cielo. Para mi gusto,se ha pasado de lazada…


Creo que estoy sufriendo un deyavú de esos… yo este traje lo tengo visto.
Espera que rebusque…


¡Lo sabía! ¡Igualico-igualico que el Balenciaga de Nicole Kidman del 2007!


Y Glenn Close, de Zac Posen, que no se va a llevar el Oscar (merecidísimo) pero está estupenda de verde botella. As usual…


Sacha Baron Cohen ("Borat" pa los coleguis) se presenta dando el cante vestido de dictador… 
No le han dejado presentar ningún premio por si la liaba y se ha tenido que limitar a montar el numerito en la entrada, tirándole a un presentador las supuestas cenizas del dictador coreano Kim Jong-Il que llevaba en una urnita dorada. Se le ha quedado al pobre periodista un careto de “¿y pa esto me he tirao yo 4 horas de reloj arreglándome en mi casa, pa que ahora me quieran esnifar el traje todos los famosetes?”…

Vamos, que la gracia la tiene este tío en la punta-la-barba…



Ya sólo faltaría Heidi Klum entrando por la puerta para completar el circo…

¡Horror!!! ¡¡¡La Yenniiii!!!
¡Ciega! ¡Me ha dejado ciega!!!


Ella lo lleva todo: escote por delante, escote por detrás, pelo estirado, moño superpoblado, brillos a babor, brillos a estribor, caderas marcadas, rodillas apretás, plisados por aquí, drapeados por acullá, agujeros en los brazos y un poquito de cola. Que no nos falte de ná, que no, que no.
Hasta nos enseñó lo que quiso ser la sombra de un pezón en plena entrega de premios.
Generosa que es ella…

Lo que queda claro es que el blanco (roto o no) fue el color predominante de la noche:


Hasta Milla Jovovich lo usó para su primera aparición en los Oscars. Presentaba premio y estaba de los nervios…


Vamos con Penélope.
Está raruna. Va de Armani Prive. Pero la ha peinado su peor enemigo.


Con el pelazo que tiene y va y se me pone un recogido-falsa melena, pegadito al cráneo, que da la sensación de imitar el pelillo ese graso y pobre que tenía doña Rogelia bajo el pañueluco. ¡Si hasta le hace calvas!

Cameron Díaz, de Gucci. 
Va (de nuevo) sin peinar y lo que es peor: ¡con las raíces negras!


¿Y a esta nadie le podía haber dicho que le asoma “un poquito” el sujetador por el entreteto?


Gwyneth sí que sabe… va con abriguito de Tom Ford porque ella lo vale. Me encanta. 
Hombre, le habría quitado la coletilla de torero que se ha plantado sin pena ni gloria, pero ese modelo le hace un cuerpazo de escándalo.
Muy elegante, sí señor.


Y Meryl se ha disfrazado del mismísimo Oscar. No sé si me convence la telilla del vestido. 
Hmmm… pa mí que ese material es de los que pican… Se le abullona demasiado y al recogerlo no han conseguido una caída natural. Mal.


¡Ohhhhh! ¡Mariscal con pajaritaaa!
Pues se la habrá regalado Fernando Trueba, porque me juego la merienda a que él no tiene de eso…


A Sandra Bullock, no sé si por el peinado o por el modeli, el caso es que le han caído 15 años de golpe. La veo aseñorada. No ha acertado esta vez. ¿Puede ser que simplemente le quede grande?


Igual que el vestido de Natalie Portman, que es un NO con mayúsculas. ¡Ni que fuera de modas Mari! 
Me da igual que me cuenten que es un vintage de Dior. Está arrugadillo y le salen unos brillos sospechosos. ¡No, no y no!

Si midiera 20 centímetros menos pensaría que se me ha escapado la muñequita de faralaes que tengo sobre la tele, no te digo más…


De Melissa MCCarthy sólo señalaré que le ha tenido que faltar tela para taparse esos “pechotes”, de tamaño incluso mayor que su propia cabeza.


Esta señora que antaño hacía girar la cabeza a su paso y que ahora ha transmutado en mujer anodina con carota-pan es ni más ni menos que Julia Ormond. Hay que ver cómo se estropean los cuerpos…


Y llega Angelina canturreando la canción del verano:
¡todo el mundo enseñando cacha!


Pero hija mía… ¿ónde vas sin raja en la falda? 
Si te viera mi abuela, te diría su famosa frase: “cierra las piernas, monina, que te puede entrar un disgusto”. Tan fina ella…

Y, bueno, luego ya empezó la gala y tal y cual, aunque en realidad eso es lo de menos...

Por resumir, os diré que empezó con Billy cantando (se lo podría haber ahorrado) y con sus clásicas incursiones en las películas nominadas.

Aparte del bótox que evidentemente se ha inyectado, le noté la cara como hinchadota. Me sorprende que todavía pueda hablar sin problema. No tuvo ni pizca de gracia y se limitó a ir presentando a las diversas celebrities, que hacían lo posible por levantar el ánimo de la concurrencia sin lograrlo realmente.

Lo mejor: la actuación acrobática espectacular del Circo del Sol, con trapecistas que volaban (literalmente) sobre el patio de butacas ante la mirada atónita de las estrellas. Genial. No en vano se llevó una “standing ovation” bien merecida.

En el “in memoriam” de este año, como bien señalaron los presentadores de Canal Plus, faltaba la mona Chita, que pasó a mejor gloria hace unos meses. Eso sí, a Whitney les dio tiempo a incluirla. Una injusticia…

Scorsese y su niño Hugo se llevaron 4 premios, pero sin duda la gran vencedora de la noche fue The Artist, que se llevó 5 estatuillas, entre ellas las de mejor película, mejor director y mejor actor principal.

Y de nuevo le dieron el Oscar a Meryl Streep (van 3 y subiendo). 
Y de nuevo sacaron un coro de voces blancas acompañando a la negrita de turno cantando el “What a wonderful World” mientras se sucedían las caras de los difuntos a toda pantalla. 
Y de nuevo Will Ferrell brindó al respetable el mejor momento de la noche (esos platillos ruidosos que se le caían una y otra vez en pleno agradecimiento). 
Y de nuevo Penélope presentó un premio con un acentazo que no se lo consigue quitar ni con friegas de aguarrás en la lengua. 
Y de nuevo alguien agradeció su premio a Billy Wilder. 
Y de nuevo salió Tom Cruise, con la misma cara que cuando rodó "Cocktail", a presentar un premio. 
Y de nuevo dejaron a Alberto Iglesias a verlas venir…

Vamos, que sonaba todo un tanto repetido.
Incluso rancio.

Si lo sé, me lo grabo y lo paso rapidito, porque en un cuarto de hora me lo habría ventilado...

Desde aquí, mi eterno llamamiento:

¡¡¡HUGH (JACKMAN), VUELVEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!

jueves, 16 de febrero de 2012

Segundo Aniversario

Ya lo siento.

Siento haber tenido desatendido el blog desde hace semanas.
Siento que el segundo aniversario de esta aventura coincida con un período poco productivo de ésta que os escribe.
Siento que un par de desgracias familiares a finales del año pasado (mis abuelillos se fueron con pocos días de diferencia) hayan propiciado este parón literario. Al principio, por falta de ánimos. Después, por falta de hábito.

Ya lo siento…

Pero prometo volver en breve.

Llevo unos días dándole vueltas al coco para motivarme y encontrar nuevos temas que traer a esta página. Todo es cuestión de organizarme y buscar huecos, aunque sea bajo las piedras.

No quería dejar pasar esta fecha, 16 de febrero, porque hoy hace dos años que empecé este periplo que tantas alegrías y desahogos me ha regalado.
No quería que se me olvidaran los buenos ratos pasados escribiendo, pensando, pergeñando trastadas…
Ni quería hacer un feo a los 130.412 visitantes que se han “tragado” casi 202.000 páginas en estos 730 días de vida bloguera. Me da hasta vergüenza escribirlo. Será que todavía no me lo creo…

Gracias de todo corazón. No me merezco vuestra paciencia y dedicación.
Pero puestos a pedir… esperad un poquito más,anda, ¡que ya llego!

Tres.
Dos.
Uno…



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