Y seguís buscándome…
Y seguís poniendo las frases más peregrinas en el buscador para ello…
Y sigo
partiéndome la caja cada vez que el
chivato me cuenta vuestras pesquisas…
¡Qué ocurrencias, Virgen-de-la-Candelaria!
¡Escribid un blog de humor, porque el éxito lo tenéis garantizado!
Para muestra, un botón (ver anteriores ejemplos
aquí,
aquí o
aquí):
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Qué nivel Maribel, hasta luego Lucas: pues muy bien. Gracias a estas personas tan saladas, he descubierto que a mi blog se llega metiendo todos los topicazos del humor cañí más
carca y trasnochado. Yo tenía claro que estaba un tanto desactualizada, pero estas expresiones me demuestran que la realidad supera mis peores temores. Vamos, que no es que sea una antigua, ¡es que los jóvenes deben huir de mi blog por considerarlo escrito en castellano antiguo! El único consuelo que me queda es que, si pones “
cuñaaaaao” o “
pupita en el duodenooorrr” (algo es algo), no te dirige automáticamente hasta aquí…. Uy, espera un momentito... ¡que ahora sí que te manda
pacá por haberlo escrito!
Manda carallo…
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Pa qué mierda son los números del parchís: eso mismo me pregunto yo cada vez que me tiro una hora lanzando el dadito de marras y no me sale el puñetero cinco ni a la de tres. Y, cuando por fin saco el cinco, mira tú por dónde, hay dos fichas en mi casillero de salida que me impiden estrenar partida, perdiendo mi turno, claro… Es entonces cuando mi mente, harta y enferma de ver rodar los cubiletes y las fichas multicolores ajenas por todo el tablero, dice “¡basta!” y lanza el dado a tomar por saco a la otra punta de la sala. Se acabó la partida, se acabó la
farra y se acabó el humor. Si mi dado no tiene el número cinco, no juega nadie y punto. Que
pa eso el parchís es mío, que me lo trajeron los Reyes en el 86…
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Adivinanza: yo estoy mirando un cuadro que tiene la imagen de una persona y, a su vez digo, pensar que la madre de esa persona es la suegra de mi madre, ¿quién es esa persona?: ehhhh….. hmmmm….. ¿la Gioconda? ¿Venus emergiendo de las aguas, de Botticelli? ¿La Maja de Goya? ¡Dame alguna pista,
hombredeDios! Pues no hay cuadros ni
ná… y yo que pensaba que Google tenía un máximo de caracteres permitido… ¡pues ya ves que no! Este tío ha escrito la Espasa al completo y se ha quedado tan ancho. Espera un segundo que te releo… ¡a ver si vas a estar hablando de tu padre, chaval! Pregúntale, no vaya a ser…
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Calcular tamaño tetas a ojo: No comprendo bien cuál es la pregunta… ¿o es que simplemente te estás
chuleando ante Google de tu “don”? ¿Que sabes calcular a ojímetro el tamaño de las pechugas de tu parienta? Pues enhorabuena, hombre, claro que sí. Menudo
crack…
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Doraemon porrero: ya estamos otra vez confundiendo a la chavalería… ¡que no, ea, que no! Que ni Don Pimpón era un pederasta, ni Epi y Blas estaban liados, ni el panadero amigo de Espinete era un
yonki, ni el abuelito de Heidi suministraba la mejor María de toda Suiza y por eso la niña cantaba por los montes descalza y rodeada de cabras… ¡qué manía tiene la gente de destrozarme las imágenes de mi niñez!
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El bicho, yo tengo un bicho que ataca a las mujeres, canción de Georgie Dann: cualquier cosa… lo de este hombre es fijación con los eufemismos… entre “
el bicho que ataca a las mujeres”, “
mami qué será lo que quiere el negro”, “
qué ricos los chorizos parrilleros, qué ricas las salchichas a la brasa, cómo me gusta la barbecú” o “
el negro no puede, el negro no puede”, de verdad que ya no sé de qué estamos hablando, si de una orgía en el campo o de un mulato pidiendo una receta de viagra…
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La bollería en los espermatozoides: ¡pero qué ascazo! ¿Cómo puede ser que me caigan siempre a mí los
cerdacos inmundos? ¿Estabas comiéndote un bollicao mientras le dabas a la zambomba, o qué? Por Dios, es que me generan unas representaciones mentales que no tendría por qué tener… y luego, vienen las pesadillas…
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No me vengas con un tanga marrón:
tentiendo, tentiendo… es antilujurioso, lo sé… me has traído a la memoria al Briatore con todo colgando y su tanga minúsculo en la cubierta del yate y casi vomito. O a Rappel y su telita de leopardo cubriendo dos centímetros cuadrados de anatomía rodeada de pelo encrespado y lo mismo… no sé quién demonios inventó el tanga, pero es para darle dos
collejas, desde luego…
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Te lo digo con antelación: les he dado tu dirección y van todos hacia tu casa. Joé, creo que me acabo de mear encima del miedo… Como suene el timbre en los próximos segundos, me pongo a gritar como loca. Ya verás la que voy a liar…
Yo, por lo que pueda pasar, lo dejo todo aquí escrito, que así hay testigos…
(
Continuará, porque sois un pozo sin fondo de sabiduría e ingenio.)