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domingo, 28 de febrero de 2010

Estadísticas y estudios estúpidos

Leo, asombrada, que un 46% de las mujeres practican el sexo anal con su pareja y un 50% de los hombres se acuestan sin lavarse los dientes.
A ver, alma de cantarus, si tiene los dientes como el cuñaooo, cómo leches tendrá lo que le estás dejando meter por las bajantes? Te has vuelto loca o es que su halitosis te bloquea las meninges?

Un estudio revela que el rendimiento mental de los varones disminuye drásticamente en presencia de una rubia.
Ya. Y todos, de pronto, os imagináis a Claudia Schiffer o a Charlize Theron, no?? El tema es que es más probable que la que os crucéis sea tipo la Esteban o la Sabater… jomío, cómo no te va a afectar? Lo raro es que no te vuelvas tonto ipso facto!!!
Además, habría que ver de qué rendimiento-base estamos hablando, porque lo mismo les plantas a la morena y el resultado no difiere ni una miajita

Publican sin pudor que los pedos del ganado y su estiércol suponen el 5,75% de las emisiones de gases de efecto invernadero de España.
Ondiá!!!... y esto, cómo y quién lo mide? Hay profesiones que están muy mal pagadas, de verdad. Y que Al Gore no saque un libro sobre ello… Y otra cosita: entonces, las emisiones de las personas??? Porque yo conozco a cada uno… vamos, que por esa regla de tres, tienen que tener un agujero de ozono personal e intransferible sobre su propia casa!!!

Confirmado: La respuesta de auxilio tarda un 26% más en la gente que ha visto películas con contenido violento.
Esto va a ser lo que le pasaba a mi prima Maruja cuando, en el pueblo, le gritabas “corre, Maruja, corre, que te pilla la vaca” y ella te miraba, como albardada perdía, sin entender por qué te matabas a hacer gestos al viento cual policía de tráfico en hora punta. Y así le iba a la pobre, que tenía puntos y cardenales por todo el cuerpo, pero no se perdía ni un capítulo de Historias para no dormir y tiene un póster de Tarantino sobre su cama. Ahora lo entiendo todo… y nosotros pensando que “le faltaba un hervor” …

Alucino: El 16,4% de las españolas odia los tangas de leopardo.
Ay que me meo. Entonces…el 83,6% restante … los adoran??? Estamos locas o es que la Obregón se los compra por toneladas y nos descuajeringa la estadística???

Pero entre los estudios más sesudos, destaco sin dudar el de la Universidad de Massachusetts, titulado “Por qué la cortina de la ducha se hincha hacia dentro y se nos pega al cuerpo cuando nos duchamos”. Con mención especial al estudio de la Universidad de Aarhus (Dinamarca, pa los no-viajados) sobre “la comunicación de los arenques mediante pedos”. Y nosotros culpando a las pobres vacas del efecto invernadero y echándonos el desodorante únicamente los días impares, cuando lo que hay que hacer es hincharse a boquerones, que son los cabrones que se están cargando el tenderete.

Me falta el estudio que explique por qué el 99% de los deportivos lleva un fantasma dentro. O por qué el 99% de los jóvenes pide la legalización de la marihuana y, al convertirse en padres, resetean su memoria y se olvidan de sus reivindicaciones. O por qué el 99% de las apariciones marianas sólo ocurren ante los ojos pasmados de Pitita Ridruejo. Qué cosas…



sábado, 27 de febrero de 2010

Mi madre es programadora....casi...

- Y bien, mamá, qué tal te ha ido tu primera clase de informática?
- Pues genial. Ya me estoy convirtiendo en toda una experta!
- Hmmm no me digas!!! Sólo en un día???
- Sí,sí… Me ha dicho el profe que se ve que yo, de jovencilla, mecanografiaba muy bien…
- Anda! Y eso?
- Dice que tengo soltura con los dedos y que he sido la más rápida en encontrar la tecla para los espacios entre palabras.
- Ya, ya… y qué habéis aprendido hoy exactamente?
- Ah, pues a encender con el botón gordote ese de la caja de abajo.
- Importante, sí.
- Y a agrandar y empequeñecer los cuadrados esos…
- Empequeñecer cuadrados?
- Sí, hija, ya sabes, el cuadrado ese por donde navegas…
- Ahhh, que habéis aprendido a minimizar ventanas!!!
- Eso,eso, minimizar, empequeñecer, ventanas cuadradas, eso, qué más dará…
- Vale. Da igual. Y el procesador de textos? Os ha enseñado a utilizarlo?
- No, que dice que lo de programar es para cursos superiores, que se lo ha preguntado la Puri.
- Procesar, mamá, no programar.
- Es lo mismo. Que no lo hemos dado, te digo!
- Vale, vale, no pasa nada. No es TAN importante…
- Y hemos aprendido a usar el ratón. Lo mueves y gira una flechita en la pantalla de poner el nombre.
- Y cuando dices “la pantalla de poner el nombre” te refieres a…
- Pues a la que tiene un rectángulo donde escribes lo que quieres encontrar. Hija, que pareces tonta!
- Google, mamá, creo que estabas haciendo búsquedas en Google.
- Eso, “gúgol”. Y me han dicho que me tienes que apuntar al “fisbu” porque están todas las del grupo pasándose recetas para la thermomix y, si tardo más, voy a llegar sólo a las recetas de postres!!! Se mandan hasta las fotos con los ingredientes!!!
- A eso no sé si quiero ayudarte…
- No seas vaga, que a la Conchita la ha apuntado su hija sin rechistar.
- Vale, mamá, te abriré una cuenta de correo y te daré de alta en Facebook.
- Nononono, no me cambies el correo que luego el cartero se me vuelve loco. A mí me pones mi nombre, que si no, tu padre no me encuentra…
- Pero si mi padre no tiene ni ordenador!!!
- Ya, pero lo vamos a usar a medias y le voy a apuntar también a lo de la thermomix.
-Te lo agradecerá. Seguro.
- Y que me pongas también el antibiótico ese del que hablan todos.
- (…)
- Pa los virus!!! No me entiendes o estás espesa?
- Tranquila, mamá, que de esos virus no se muere nadie…

Me partiría de la risa si no fuera un auténtico drama familiar…


viernes, 26 de febrero de 2010

La prima Maruja

Hoy ha venido del pueblo mi prima Maruja.
Cómo describírosla.
Es un híbrido entre la Ramona y Aída, con aires de grandeza-de-mercadillo y un glamour que quita el sentido-común.

Para empezar, ella no viaja ni en coche ni en avión. Los considera inventos del demonio, según sus propias palabras. Se lo ha dicho el párroco de Cornalejos del Monte, donde vive, que es el que confiesa al pueblo entero y se las sabe todas.

Maruja sólo viaja en tren. En coche-cama, para ser más exactos. Así lo hacían sus padres, sus abuelos y todos sus antepasados. Para qué cambiar.

Es una mujer con tiempo (“ónde vas, prima, no corras que vas a derrapar!!!???”) y un cuidado don de gentes (“y este es el tío aquel que se sacaba los mocos a dos manos cuando vine la otra vez??? Pues encantada de nuevo, majete!!!”).

No es muy viva, para qué engañarnos, y hay que leerla entre líneas (“no entiendo una mierda: qué son todas estas rayas de colores en este papelillo? Es el plano del metro, prima, el plano del metro”…).

Se emociona con cualquier objeto desconocido (“ayyy qué cosicaaa, y dices que la has llamado Barbie???”) y no se deja amedrentar por cualquiera (“usted, vuélvame a rozar con la cesta y le pego dos mandobles que da tres vueltas a la cola del súper”).

Cada vez que sale en la tele algo parecido a “Noticia, noticia bomba!!! Una tía ha dicho en público que Confucio inventó la confusión!!!", yo me pongo a rezarle a San Pancracio: por favor, por favor, que no haya sido la prima Maruja...

De pequeñas, nos llevábamos de maravilla. Nadie como ella para atrapar renacuajos en el río y arrancarles las alas a las moscas, que “verás qué movimiento más gracioso les queda a las jodías”. Nunca ha tenido mascota, porque de niña le mordió Sonrisas, el conejo de la Rosita, la que vivía encima de la cuadra, y decidió que los animales no eran de fiar. Así que cada vez que se cruza con un perro, le da disimuladamente golpecitos con el bolso en el hocico, a la vez que grita al dueño: “su perro me ha mirado mal!!! Señora, es que está tuerto. Que no, que me ha guiñado el ojo, leches!!!”.

Es una auténtica trendspotter (“mira qué mona me queda la falda-pantalón que me compré el otro día en el mercadillo de la plaza, a que se la veo a alguna lagarta de la tele en dos días???. Cierto, cierto, prima y, encima, esta vez, no se te transparenta nada”) y me deja anonadada cuando le da por hacerse la sabihonda (“pues he visto en la tele que se venden unos zapatos monísimos de un tal Manolo-López-Gómez-o-yo-qué-sé, que van a ser el último grito. Tengo que preguntarle a la Jessi si los va a traer al mercadillo. Te compro un par???”). Todavía recuerdo mi último regalo de cumpleaños con pavor: unas sandalias de plástico color rojo-magenta que brillaban al sol cual luciérnagas en celo. Menuda cagada.

Ya de adultas, nos hemos ido distanciando. Ella no tiene ordenador (le ha dicho el párroco que se te puede meter cualquiera en casa por la pantalla), ni teléfono móvil (porque “el alcalde nos ha puesto una cabina en la plaza y hay que amortizarla”) y las comunicaciones así, tan limitadas, han hecho que no hablemos con la asiduidad de antes. Por eso, cada vez que viene de visita, me pone al día y me cuenta, por ejemplo, que se ha echado un novio hippie que fuma “hierba que debe coger de la campa de la Ambrosia” y que la maestra de la escuela es “un pendón desorejao que deja a los niños leyendo el catecismo mientras se acerca a la peluquería de la Yoli a que le pongan los bigudís porque ha quedao con Juanito, el del estanco, pa ir a la romería de Santa Brígida”.

Como veis, ella es un pozo de sabiduría agreste.

jueves, 25 de febrero de 2010

Las mujeres-pulpo

(Ya verás la de tíos que entran hoy al post pensando que voy a escribir sobre lo que no es…)

A ver, yo llamo mujer-pulpo a todas aquellas señoras, con apariencia de “chicas”, que tienen 2 ó 3 hijos, llevan la manicura francesa perfecta, el pelo sin raíces y perfectamente alisado, el cinturón conjuntado con el tirante del sujetador, pesan no más de 50 kilos, lucen un bronceado homogéneo-perenne y unas gafas Prada que se levantan para leer su agenda Gucci, en la que anotan con su pluma Montblanc: “día 28 de febrero, fiesta del 6º cumpleaños de Borjita en el Palace-comprar regalo de unos 150 €. No más, que dice su madre que tiene de todo”.

Y son mujeres-pulpo porque tienen que tener por narices 8 brazos para que el día les dé para: levantarse, despertar a la nanny para que despierte a los 3 monstruitos, insistirle en que les dé el desayuno de zumo recién exprimido + leche + galletas enriquecidas con Omega3 + tostadas con aceite de oliva virgen de 1ª presión en frío, mientras ellas se duchan con gel de Bulgari edición limitada, fiscalizar que la nanny les vista con la última moda de Baby Dior, montarles en el Mercedes 4x4, llevarles al colegio trilingüe, ir a la pelu, tomar el brunch con las mamis de los compañeritos del colegio trilingüe, llamar al Sánchez Romero para que les manden el pedido al chalet, quedar a almorzar (no comen, sólo almuerzan), ir de shopping por la milla de Oro, llamar al móvil a la nanny para recordarle que tiene que recoger a los niños de las extraescolares porque una tarjeta de crédito rebelde les impide moverse de Chanel, volver al chalet con el 4x4 cargado de bolsas que Ambrosio (o así) descarga amablemente en cuanto aparcan, dar un beso a los niños, que para entonces ya estarán cenados y bañados y mandarlos a la cama mientras ellas “se relajan” con una copita de vino blanco y ropa “cómoda” esperando a que llegue su marido, que para más INRI estará buenorro-que-te-cagas.

Se las identifica rápido por el tipo de conversaciones que mantienen entre ellas en la puerta del colegio, en plan:

LA RUBIA: Pues hoy una madre me ha dicho que si nos juntamos todas y hacemos una fiesta de cumpleaños comunitaria, que si una fiesta por niño es una locura de regalos y tal… tú cómo lo ves?
LA AMIGA 1: Uyyy, comunitariaaa???...pero… eso es como muy “normal”, no???
LA RUBIA: Pues sí, eso he pensado yo…
LA AMIGA 1: Y qué pretende? Que invitemos a todos los niños, incluso a los becados???
LA RUBIA: Eso parece, qué despropósito…
LA AMIGA 1: Y luego vendrán con lo de organizarlo en el club social de su urba o así, no???
LA RUBIA: calla, calla… pobre Pocholo, luego se me deprime todo y se niega a hacer los deberes…
LA AMIGA 1: bahh, nada, tú como si oyes llover…
LA RUBIA: Ssssomismo pienso hacer…

O tipo:

LA RUBIA: y este finde, qué plan tenéis?
LA AMIGA 2: ay, chica, pues nos vamos a Baqueira con los críos.
LA RUBIA: anda!!! Qué casualidad, lo mismo coincidimos en el hotel!!!
LA AMIGA 2: nononono, esta vez nos hemos cogido apartamento de 5 habitaciones a pie de pista, que la semana pasada tuvimos que poner a la nanny a dormir con el pequeño porque tenían overbooking de reservas… no veas qué engorro
LA RUBIA: y los niños ya te hacen “paralelos”?
LA AMIGA 2: Ni idea, porque van con la nanny y el monitor privado y nosotros a nuestro aire, que si no sufren ellos y sufrimos nosotros. Así es mucho más cómodo…
LA RUBIA: claroquessssí… almorzamos en el restaurante de arriba?
LA AMIGA 2: perfecto, allí nos vemos.
LA RUBIA: Taentonceeessssss….

Todavía no les he visto los 8 brazos, pero deben tenerlos en algún sitio. Aunque a lo mejor lo que tienen es simplemente 8 VISAs ORO y un cuajo que no veas… etetúasaberrrr

Yo me miro a mí misma, con un zapato de cada color, toda sudada porque a la vez que vestía a los niños miraba con un ojo que no se saliera la leche en el microondas, corriendo a todas partes porque no llego, desesperada cuando les he conseguido atar la bufanda y el abrigo y el pequeño me salta, ya en la puerta, “…mamááááá, cacaaaaaa” y yo echo a volar hacia el baño mientras le digo a la mayor… “vete llamando al ascensor que esto me lo ventilo yo en 30 segundos”, mientras ella me mira con cara de…“sí, ya, seguro”… y volviendo a subir desde el portal porque uno se ha dejado los deberes en casa… y disculpándome en la oficina por volver a llegar tarde… y odiándome por no poder recogerles del colegio porque salgo dos horas después que ellos de trabajar y resulta que “a Maritxu la recoge su madre, fíjate qué raro, mami”… y organizando cosas para el fin de semana que luego se quedan en nada porque uno de mis hijos se ha “puesto” mocos y fiebre de repente el viernes a última hora … y cruzándome de calle cada vez que me topo con la peluquera porque me da vergüenza decirle de nuevo que “el jueves me paso sin falta” mientras ella fija sus pupilas en mis canas al viento y asiente descreída…

Pero, claro, yo es que sólo tengo dos brazos….





miércoles, 24 de febrero de 2010

Me confieso...

Tomo el café siempre con leche y dos sacarinas, aunque me haya metido entre pecho y espalda medio cochinillo con un bol de patatas fritas para ayudar a pasarlo.

Ando descalza por casa, tanto en la propia como en la ajena, aunque sea pleno invierno y el termómetro marque 5 grados bajo cero. Y me planto el pijama nada más llegar, por eso odio las visitas sorpresa.

Tengo la manía de mirarme en todos los espejos con los que me cruzo. En plena calle, disimulo para que parezca que algo ha captado mi atención desde un escaparate cualquiera, pero lo que de verdad ocurre es que me he visto el peinado descolocado al mirar de refilón.

Desconfío del GPS, por eso acabo insultando a la tía que insiste en lo de “gire en ángulo plano” cuando me he pasado ya tres calles y no sabe cómo hacerme dar la vuelta. Además, odio conducir y lo peor es que no me queda otra. Mis hijos todavía son muy pequeños para colgarles el marrón y mi “santo” no acaba de decidirse a dar el paso y, esta vez sí, no sólo pagar sino acudir a las clases de la autoescuela.

Me encanta echar horas frente al portátil navegando hasta las mil y ver, por quincuagésima vez, la versión de la BBC de Orgullo y Prejuicio. Hmmmm ese estirado de Mr. Darcy mirando por encima del hombro es tremendo!!!

Lloro con cualquier película, me da igual el género. A veces, a moco-tendido. También con algunas canciones o libros. Es algo inevitable para mí. Ya, ya sé que a veces queda ridículo, pero como digo siempre, soy "de lágrima fácil", qué le voy a hacer?

También soy una preguntona, lo reconozco. Necesito saberlo todo. A veces, me reprochan que me adelante, insisten en que si esperara a escuchar el relato entero, se me aclararían el 90% de las preguntas que mi mente va generando a medida que las palabras se posan en mi cerebro. Pero yo soy así. Impaciente por naturaleza. Mi familia siempre me dice: “quieres saber más de lo que hay”. Pues sí, qué pasa? Quiero saber más, porque eso de que “la información es poder” se me quedó grabadito en la cabeza desde bien pequeña.

Me encanta la coca-cola light, mejor si es sin burbujas. No muevo un dedo por una onza de chocolate, pero si me la cambias por un donut, me alegras el día. El agua, siempre del grifo. La ropa, preferiblemente, de color negro. No dicen que adelgaza? Pues por eso... Odio los cuerpos Danone en la playa y los bichos-palo en las pasarelas. Me ponen enferma los que escriben comiéndose las letras, en plan "klega, kdmos sta noxe dde smpre???". Especialmente cuando les da por mandar mensajitos ridículos a la tele y tienes que aguantar a JJ Santos con un letrero debajo que pone "maripepi t kiero 1webbo".

No soporto el rap, el hip hop ni cualquiera de esos "ritmos urbanos" que se han inventado, me temo, para tapar la falta de voz del intérprete en cuestión. Tampoco las pelis de "mamporros", ni las de coches/motos/aviones... esto no aplica en el caso de Top Gun, por supuesto, por algo se dice que la excepción confirma la regla.

No me invites a un spa, ni al gimnasio, ni a un concierto de Björk, ni al ballet... ver a tíos en mallas me produce escalofríos. Sin embargo, me puedes llevar a cualquier musical, obra de teatro o película con final feliz.

Odio a los payasos. No entiendo su oficio. Me dan mal rollo y me inspiran desconfianza. Tanta como hacer puenting, rafting o cualquier otro deporte de riesgo. Y cada año vuelvo a ver Dirty Dancing y me vuelvo a preguntar qué tipo de sustancia tomaba con 15 años para considerarla una obra de arte y no el bodrio lacrimógeno y sinsustancia que es realmente.

Esta soy yo. La auténtica. Sin colorantes ni conservantes.
Soy rara, doctor???

martes, 23 de febrero de 2010

Menudo desfase!!!

Estoy desfasada. Me he dado cuenta esta mañana, cuando he respondido a una amiga: ”Vale, guachi”. Guachiii???? Qué es eso, por Dios!!! Si ya no lo dicen ni en parvulitos!!! Espera, espera. Si ya no hay parvulitos, no?? Otro desfase!.

Me miro y me recuerdo al tío aquel del anuncio de “el hombre desactualizado”. Esa soy yo.

Sigo diciendo “digamelón” al teléfono o “porfi-plis” cuando quiero algo y no sé cómo pedirlo más encarecidamente. Es que me parece el súmmum… quién no te hace un favor si le rematas la petición con un porfiplis??? Algún ser sin corazón, nada más…

Efectiviwonder, soy una carca. Cuando salgo de marcha, sigo insistiendo en aquello de “mover el esqueleto”. Me despido con un “me las piro-vampiro” tan contenta y decir “hasta luego, Lucas” me parece “la pera limonera”.

Que mi hija me pide chuches? Yo le suelto un “nanai de la China” como un piano y ella me mira como preguntándose…. que se ha comido las chuches un chino llamado Nanai???

Salgo a la calle y hago notar a todo el que me quiera escuchar que hace cantidubidubidubi de frío. O que hace un biruji que te corta el aliento. Y cuando me noto fina y no quiero sonar soez, le llamo gilipichis a todo el que se me ponga por delante.

Que algo me mola?? Pues es guay del Paraguay. O también chachi-piruli-juan-pelotilla… Afirmo sin contemplaciones que “no ha venido ni el Tato” o “no hay ni Blas”, cuando me interesa. O hago callar a la concurrencia con un “echa el freno, Madaleno”.

Que me cuentan algo criticable??? Pues ahí voy yo con mi “… ni qué niño muerto”, a cuchillo. Que alguien no va todo lo rápido que debe?? Pues le cae un “arrancaaa que llevo el manos-libres” a la mayor brevedad. O le digo que es más lento que el caballo del malo, según me dé.

Soy un caso sin remedio. Flipo a colorines y alucino pepinillos multitud de veces. Y mando a la cola-pepsicola a cualquiera con pinta de querer colarse.

Al menos, me consuelo pensando que ya no digo aquello de “no, lavado con Perlán” cuando alguien te pregunta si lo que llevas puesto es nuevo. Ni caigo en la frase fácil del “si no hay Casera, nos vamos”. Menuda excusa… También evito el “qué pasa tronco”, a raíz de un chiste cruel que me contaron hace años y que no voy a relatar ahora por no herir susceptibilidades, pero fijo que sabéis a cuál me refiero… Y evito cualquier cifra terminada en “cinco”, porque tengo una familia poeta a la que le encanta terminarme la rima…

Pero lo de “me voy a dar un voltio” no consigo borrarlo de mi memoria RAM y me encanta brindar por los “hojameneados” en toda celebración que se precie. Si me asusto, tiro del “pabernosmatao” sin contemplaciones y “acepto pulpo” porque soy de buen corazón. Me parto y me mondo sin dolor y si algo no me gusta es una mierda pinchada en un palo. Qué asco, de verdad.

Hay quien se lo pasa pirata, se reafirma con un “pues ya-ves-truz” y te da “la hora cientotrés”. Yo no llego a tanto. Como mucho, me siento feliz cual perdiz o te premio con un “qué nivel, Maribel”!!! Pero lo digo sin maldad, eh? Es sólo que me mola mazo
En fin, Serafín… tú mismo con tu mecanismo!!!

lunes, 22 de febrero de 2010

El humor no tiene sexo?

Estoy convencida de que hay un humor masculino y otro femenino.

Me explico: cualquier mujer que haya visto o leído El diario de Bridget Jones se ha reído, identificado y solidarizado con ella. Ha acabado con una sonrisilla en los labios y ha imitado sus muecas o se ha repetido como un mantra los mismos propósitos de año nuevo que la protagonista. Pero, qué te dice un tío cuando le pides que vea contigo la película??? Pues algo parecido a.... "buahhh, vaya bodrio, no me reí nada, esa tía es una patética amargada y malfollá"... o similar...

Pero si al mismo tío le dices que te acompañe a ver "Torrente 18", te dice emocionado: "Valeee, genial, qué pasoteee, la he visto ya 15 veces y me "deshuevo" cada vez (esto del "deshueve" da tema para otro post, sólo ellos saben a qué se refieren...)." Y lo mismo si se trata de "Dos colgaos muy fumaos"(que, no te lo pierdas, tiene segunda parte), "Escuela de pringaos", "Los feos también mojan", "Dos tontos muy tontos", "Ali G anda suelto", "Superfumados","Isi Disi", "Dos rubias de pelo en pecho", "Colega dónde está mi coche", "Hermanos por pelotas" y así...

Esto me lleva a la conclusión de que el humor para tíos NADA tiene que ver con el humor para nosotras. Y por "humor para nosotras", ojo!!, que no me estoy refiriendo a Omaíta, José Mota, o a Escenas de Matrimonio, a quienes sólo ven las mujeres de cierta edad, eh?.

Es que ese humor que parece estar hecho por fumetas y para fumetas sólo lo entienden ellos. Un ejemplo:

Están dos tíos fumadísimos (siempre) intentando leerse mutuamente sus nuevos tatuajes...

- Tío, qué pone el mío?
- Mola, y el mío?
- Tío, qué pone el mío?
- Mola, y el mío?
- Tío, qué pone el mío?
- Mola, y el mío?
- Tííííooooo, qué pone el mío???
- Moooolaaaaaaa, y el mío????
- Tío!!!!! Qué pone el mío??!!
- Mola!!!! Se acabó!!! Ya me has cabreado!!
- Eres un egoista!!!

Y aparece un chino que les dice:

- "Idiotas!! El tuyo tatuaje pone "Tío" y el tuyo tatuaje pone "Mola", entendéis???

A ESE humor me refiero. No es que sea absurdo, nooo. Es que es directamente para descerebrados!!! No hace gracia, te desespera, y te hace sentir una vergüenza ajena y una pérdida de tiempo (y de pasta, que no está el cine especialmente barato) que te pone hasta de mala leche!!! Es que prefiero tragarme un maratón de Cine de Barrio, de verdad!!!

Pero quién puede ser tan mala persona como para recomendarte ir a ver "El secleto de la tlompeta" o "Flipado sobre ruedas"??? Y por qué el común denominador de todas ellas es el estar colgao, fumao, emporrao o alucinao??? Sólo hace gracia cuando ves a un pobre hombre, que no es dueño de sus actos, sufriendo algún despropósito o broma-de-mal-gusto de sus amigotes también fumaos??? Esto es humor adulto? O es una tomadura de pelo? Y quién paga estas pelis? Otro fumao?

Conclusión: este humor es para uso y disfrute de los tíos. Lo hacen ellos, lo consumen ellos y te arrastran a ti con la excusa esa de que "si me acompañas, la siguiente la eliges tú". Ya. Pues mira, la siguiente que vamos a ver es "Bridget Jones fumada tercera parte", a ver qué dices a eso...

domingo, 21 de febrero de 2010

Las frases de mi madre

Lo que es la vida. No hace ni dos días que estaba yo padeciendo las ocurrencias de mi madre y, de pronto, me veo repitiéndoselas a mis hijos, cuando me juré una y mil veces que yo jamás caería en eso…

Me he hartado de oír: “has hecho la cama?”; “tienes el cuarto como una leonera”; “ya verás cuando llegue tu padre”; “no te puedes bañar porque no has hecho la digestión”; “te voy a dar una torta para que llores por algo” (esto yo no lo digo, eh?... por lo del defensor del menor, más que nada…); “que tienes tos? Eso es que has cogido frío, ven que te doy un antibiótico”; “con la de niños que hay en el mundo muriendo de hambre y tú no te quieres comer las lentejas? Pues hasta que no te las acabes, no te levantas y, si no, te las tomarás de cena y así hasta la eternidad” (tengo una amiga que todavía tiene pendiente comerse las espinacas de su madre desde hace 20 años, no veas cómo está la pobre, hecha un cromo…)…

Podría seguir con las frases, pero no quiero ser hiriente por si la susodicha me lee…

Dónde, por el amor de Dios, dónde se da el cursillo para que todas, pero toodas las madres del mundo acaben soltando las mismas perlas por su boca? Sería la moda de la época? Y, entonces, por qué las repetimos al llegar a la edad adulta? No somos taaan modernos? Entonces, por qué le digo yo a mi hija sin pestañear: “si no tienes hambre para acabarte las albóndigas, es imposible que te quepa el helado de postre” o “cuando seas mayor, me lo agradecerás” o “porque lo digo yo y punto”??? Cómo es posible?

Es que todavía confío en que por gesticular junto a una corriente de aire se te queda cara de lela. Estoy convencida de que si pones los dedos en la pantalla de la tele te da un calambre que te deja en el sitio. Sé que por quedarte mucho rato en el sofá se te pone el culo cuadrado y que realmente se puede gastar el nombre de alguien de tanto llamarle a gritos... Me lo han repetido tantas veces que tiendo a pensar que son verdades universales. Definitivamente, soy igual que mi madre: maldita empatía!


sábado, 20 de febrero de 2010

Una de nombres ridículos…

Pues no voy y leo hoy mismo que una famosa del panorama patrio va y le pone a su bebé el tierno nombre de Tiziana??? Amos a ver…. Tiziana??? Y por qué no Tintoretta??? O Veronesa??? O cualquier otro artista veneciano en versión femenina, no me digas!!!

Hace falta ser ridícula! Qué quieren, ir de cultos por la vida? Y por qué no se compran una Espasa y se la cuelgan del cuello, que así nos quedaría clarísimo y no le destrozarían la vida a la criatura??? Ni que fuera la hija de una Infanta!!!

Hay padres que no tienen corazón. Como Gwyneth Paltrow llamándole “Manzana” a su hija. Su explicación fue que no iban a ponerle el nombre hasta verle la carita…. Pues menos mal que ella es macrobiótica y le dio por las frutas, porque le llega a poner “Fabada Asturiana”, en plan nombre-compuesto-de-toda-la-vida, y ya tenemos tema pa las chirigotas!!!

Recuerdo aquellas épocas en que se puso de moda llamar a los hijos como tu actor favorito, encontrándonos con sorpresas como el tan traído “Kevincosner de Jesús” (qué daño hizo “El guardaespaldas”, Diosss), “James Bond González” o la menos conocida “Pocahontas del Pino”. De traca.

Así, a poco que leamos sobre famosos, nos encontramos a “Fuchsia”, hija de Sting, a “Zuma Nesta Rock”, hija de la cantante de No Doubt o a “Memphis Eve”, hija de Bono (el cantante, no el político, eh?). Parecen nombres elegidos en plena fase de subidón-marihuanero. Es que me los imagino en plan chill out, tirados por el suelo, pasándose el porro y diciendo… “Sssszzzfffumas???” “Anda!, qué nombre más molón pa mi churumbo, la llamaré Zuma!!!”

Enga-por-favor, seamos serios… tú le ves esa carita a tu bebé, todo ternura, indefenso el angelito,… y te brota ponerle Ireland? O Winter? O Hermajesty? O Harrypotter? O Mowgli, como el de El libro de la Selva? No es una cabronada? Es que me pasa a mí y te juro que, en cuantito que tenga uso de razón, les retiro la palabra a mis padres!!!

Más pronto que tarde empezarán a ponerles a los niños nombres tipo “Yahoo”, “Google”, “Twitter” o “Facebook”, ya verás, ya… qué despropósito! Y encima, hasta que no tengan cumplida la mayoría de edad, no podrán cambiarse el nombre. Y, para entonces, lo peor ya habrá pasado…


viernes, 19 de febrero de 2010

Afectos controvertidos

Hay gente que se queja de que, en los últimos tiempos, todo el mundo se besa para saludarse. O que para firmar cualquier e-mail (ya sea al del Banco o a tu amiga la depresiva) se tira del “besitosss fuertesss” con demasiada soltura.

Algunos, dolidos en su hombría, incluso me han llegado a decir que “los tíos no se besan, eso es una moda de los gays”. Hay que ser obtuso.

Yo beso a todo el mundo. Entre otras cosas, por la cantinela de mi madre, que desde bien pequeñita me aleccionaba: “Hoy, vamos a ver a la tía Teodora, haz el favor de darle dos besos, ehhh?”. Y yo, obediente que era, me acercaba con más asco que vergüenza, a darle un beso a la verruga de mi tía Teodora, que tenía vida propia y me miraba como diciendo por lo bajinis…“ven, bonica, ven, que no contagio”… Yo, cerraba los ojitos y, hala, besote a la verruga que te arreo. Por eso, ahora, no tengo reparos en besar a cualquiera. Entiéndase bien: a cualquiera no. Al que toque en ese momento, es decir, a mis padres, hermanos, tíos, primos, amigos, compañeros, al del gas, al del estanco, al de la panadería (es que no veas cómo está), al del bar, etc… No le hago ascos a nadie. No me tengo por tiquismiquis en ese sentido. Soy de las que piensan que todo el mundo necesita un beso.

El problema viene cuando te presentan a alguien. Vas tú, toda dispuesta a plantarle tus ósculos (cómo suena eso, eh?) y el pavo, retraído él, estira la mano hacia ti a la vez que encoge el cuello como hacia atrás. Sabéis lo que quiero decir, no? Como los egipcios? Pues eso.

Tú te quedas toda pillada, sin saber muy bien qué cara poner, reculando, con la mano mantequillosa aprisionada por la del fulano porque no te ha dado tiempo a preparar el movimiento y, claro, te ha cogido con el cuello a medio camino, adelantado más o menos palmo y medio, como si le fueras a contar una confidencia pero te lo has pensado mejor… Esperpéntico. A ver qué necesidad tenía el tío de humillarte de ese modo tan grosero. Y a ver quién es capaz de mantener una conversación fluida después de eso, que tu cabeza no hace más que pensar… “será gili??? Pues no me ha dejado como mendigando un beso el caraculo este??? Tendré un moco pegao al moflete y no me he dado cuenta??”

En mi casa, a ese tipo de gente siempre se les ha llamado estirados. Para qué disimular. Los modernos llaman a su movimiento del cuello “hacer la cobra”, porque no hay que explicarse mucho. Todo el mundo se los imagina con la cara horrorizada, mirándote con espanto y echándose hacia atrás de forma brusca. Parecido a lo que les ocurre a los beodos en los bares cuando se acercan demasiado al de al lado, o a los tíos-pulpo cuando se creen que han ligado en la disco y nada más lejos de la realidad… a todos ellos les hacen la cobra. Aunque en esos casos tiene sentido. Se la han jugado y han perdido.

Pero que me presenten a la compi de trabajo de una amiga y me haga a mí la cobra no es de recibo. No, no y no! Eso tiene un nombre: estirada de mierda. A estas alturas del cuento, para qué andar con eufemismos…




jueves, 18 de febrero de 2010

And the Oscar goes to...

Deseando estoy que llegue ya el 7 de Marzo para ver los Oscars con mi termo-café-con-leche y mi bolsa de pipas…

Es mi “noche en blanco” del año. No me la pierdo desde que la televisan y me encanta hacer una crónica de la ceremonia, cebándome especialmente en los modelis de las famosonas de Hollywood. Lo sé. Soy simple. Casi-casi como un tío de simple.

Es tanta mi obsesión que, en los últimos años, me he lanzado, así, a lo loco, y he acabado haciendo incluso crónicas de ceremonias de serie B, tipo los Globos de Oro o los Goya… pero no es lo mismo. Nononono. Para nada. Los Oscars tienen algo especial. Ese halo de glamour, sofisticación, saber-hacer y final-feliz que los demás no aciertan a encontrar por mucho que lo busquen…

Y, mientras espero el tan ansiado día, me recreo en la contemplación de los esperpentos de años previos, haciendo “porras” a ver si acierto de qué diseñador irá cada una, si le tirará de la sisa o si, esta vez, fulanita o menganita acertarán con el color de sus complementos…Veis cómo soy de simple?

Además, este año, la ceremonia promete. La van a presentar Alec-pásamelaspirulas-Baldwin y Steve-elpadredelanovia-Martin. Llevan días “calentando motores”, publicando cosas tales como que Mr. Baldwin se ha tomado todas las cajas de valeriana (por decir algo) que pilló por casa por la ansiedad que le provoca presentar tan magno evento, hasta tal punto que ha acabado hospitalizado. O que la Academia ha prohibido llorar a los premiados en sus discursos de agradecimiento. Sí, sí, llorar. Como la Academia te vea sacar el kleenex, zas, aparece una mano que te quita la estatuilla, porque moquear da mal en pantalla.

También sabemos que Almodóvar va a presentar el Oscar a mejor película de habla no inglesa (lo ha “cascado” él mismo en los Goya) y parece probable que Tarantino le acompañe al micro. Fijo que Penélope también presenta algo, como ganadora que fue el año pasado y es más que probable que arrastre cual troglodita a su hermanísima por la alfombra roja. La misma hermanísima que se queja de que la presenten como “la hermana de Penélope Cruz”, pero no pierde ocasión de posar con ella cuando la ocasión lo merece, porque todos sabemos que es muy duro triunfar en la Meca del cine y, encima, la promoción le sale gratis!!!.

Igualmente, sospecho que Avatar se lo va a comer todo. Horrorrrr!!! Desde cuándo una peli que parece “Pocahontas en Pitufolandia” se ha considerado una obra maestra??? Que sí, que sí, que ya sé que es la pera en cuanto a efectos especiales y que el rollo ese del 3D y sus gafitas-molonas tira mucho. Pero, por Dios y por todos los Santos, nadie ve que es toooodo azuuuullll?????? Soy la única que, al ver el trailer, pensó que su tele se había desconfigurado??? A ver si hay suerte y gana “mejor película” la de su exmujer (“The hurt Locker”) y acaban tirándose la zapatilla a la jeta, eso sí, con cuidado de no soltar ni una lágrima por el guarrazo, no vaya a ser que aparezca la tan temida mano que te quita el premio…

Espero con ansia el paseíllo por la alfombra roja de la tal Mo’nique, esa cucadita de “Precious” que acudió a los Globos de oro con tales pelánganos en las piernas que se podría haber hecho trenzas de espiga con ellos (todavía tengo pesadillas por las noches al recordarlo). O la aparición de Renée-carazampabollos-Zellwegger. Porque ella es eso: una aparición. No sabría decir si es un holograma o es que se da friegas de aguarrás. La veo como codificada. Cada año un poco más. Y sueño con ver a “Maraya” Carey, con sus perolas bronceadas asomando sobre un escote imposible, buscando su sitio entre las glorias hollywoodenses, o a Julia Roberts haciéndose la zamba (por qué siempre posa con los pies “pa-dentro”???), o a la cutre-hortera de “la Jenny” (léase, Jennifer López) marcando lorzas junto a su marido-el-ojos-hundidos. O a Soytodoculo-Beyoncé, posando cual baturra con los brazos en jarras sobre sus caderas...

Y ver esos focos cayendo sobre la Kidman para iluminarla cual gusi-luz. Y a ese George Clooney posando junto a su playmate de turno. Y a Jennifer Aniston buscando con la mirada un maromo al que agarrarse para darle en los morros (ya de por sí hinchados) a Angelina. Y ver los aspavientos de la mutante Drew Barrymore , a la cual ya confunden con Kate Winslet hasta en su propia casa. Y ver si el traje de Sandra Bullock tiene tanto brilli-brilli como promete. Y regodearme en la sobriedad de Marion Cotillard o en el chorbo de Demi Moore, que no entiende por qué su hija la mira con ojos de asesino en serie cada vez que le pone el DVD de su boda. Eso sí que tiene que ser chungo, que tu “papuchi” sea un tío bueno que te lleva…. 3 meses???

Y ver de nuevo a Heidi Klum y preguntarme, como cada año, qué pinta esta tía en los Oscars y por qué tiene que aparecer en todos los saraos y restregarnos por la cara que ha parido a su hijo número 23 hace 5 minutos y que si se mete en un pantalón vaquero del tamaño de mi muñequera y que si ella es que adelgaza persiguiendo a sus hijos por la cocina y que si es que su marido le hace la vida taaaaan, pero taaaaan fácil que va por el mundo que ni siente ni padece, sólo levita. A ver si no es para mosquearse. Es que hay gente que va provocando. Cómo no voy a ponerla verde, si lo está pidiendo a gritos???!!!!

Y ver a la siempre-histriónica Cameron Díaz posando con el culo-en-pompa, o si Sean Penn
ha vuelto a hacer de las
suyas bebiéndose hasta
el agua de los floreros
antes de entrar al Kodak
Theatre, o si a Brad Pitt
le ha crecido la barba-chivo
unos centímetros más desde
su último
viaje humanitario…
y quiero ver de qué raza es
el perro que se trae esta vez
Mickey Rourke a la gala,
porque lo mismo es azul,
a juego con James Cameron
y sus secuaces…

miércoles, 17 de febrero de 2010

Del metabolismo y otros misterios...

Hay gente a la que los nervios la consumen.

La ansiedad, dicen, por un mecanismo hasta ahora desconocido por la Medicina, les provoca lo que viene a ser un “nudo-marinero” (o así) en el estómago y/o resto de órganos corporales que les impide hacer pasar ni una miguita de pan… he conocido casos, eh? No hablo por hablar…

Entonces es cuando mi cabeza se pone como loca y me martillea con la pregunta de siempre: “y por qué a ti no te pasa???”

Por qué demonios a mí, la ansiedad (o su prima-hermana, no sé bien) lo que me provoca es una carrera a contrarreloj hacia la nevera?

Por qué los nervios, si es que se les puede echar la culpa a los pobres, no se ponen de mi parte y me abandonan a mi suerte cuando ven que mis pies (traidores ellos) corren hacia la despensa???

Esto me lleva a otro dilema: si yo no practico deporte (no lo tengo registrado en mi ADN, lo siento), ni sé pronunciar bien la palabra vigorexia; si yo no me he comprado un chándal en mi vida porque sólo de imaginarme las “gometas” esas en los tobillos, me pongo malísima de la circulación; si yo aborrezco a Madonna cuando le da por ponerse sus pantalones de Adidas en pleno concierto y cuido mis looks hasta la extenuación para no parecer “arreglá pero informal” como Martirio con sus chándales y tacones; si a mí la palabra “sudadera” me produce vértigos por lo que implica y, hasta hace poco, estaba convencida que una plataforma vibratoria era algo así como un consolador gigante…. Por qué, entonces, por qué, Dios mío, corro como una cobarde tras los bollos de mantequilla??? Por qué sólo doy saltos (de alegría, se entiende) cuando alguien me invita a comer o me imagino el paraíso rodeada de bocatas de salchichón??? Por qué sólo concibo una buena reunión alrededor de un chuletón con patatas???

Desconozco los motivos de mi situación, pero el resultado lo tengo clarísimo: me paso a régimen 8 meses al año para poder pasarme los 4 restantes haciendo de mi capa un sayo, “empacando” para el duro (durísimo) invierno… y en esto paso mis días, pensando, comiendo, ayunando y, por qué no decirlo, odiando a los del “metabolismo rápido”…

martes, 16 de febrero de 2010

Por algún sitio tenía que empezar...


"Tienes que escribir un blog".... "tienes que hacerlo"....

Llevo tiempo escuchando a mi familia y amigos con la cantinela cada vez que vamos de comilona y nos echamos unas risas... (cosa, por otro lado, bastante habitual... lo de las comilonas, digo) y yo les decía siempre... "y qué escribo???"

"Pues lo que te apetezca y cuando te apetezca", me contestaban...

Yo me respondía.... "ya, basta que una tenga que escribir para que no se le pase nada por la cabeza en ese momento".... y mira que la tengo llena-llenita, eh?? A rebosar, diría yo... pero el temor al folio blanco siempre está presente y, además, me daba como vergüenza....

Así que me he dicho: adelante, inténtalo, que, total, si sólo sueltas chorradas (con perdón), lo borras y santas-pascuas.


Y eso pienso hacer. A partir de ahora, cuando alguna idea me "asalte", al blog que vendré. Cuando suelte alguna risotada en reuniones familiares, lo escupiré todo en el teclado... y espero no tener represalias de todos aquellos que me decían "créate un blog, créateloooo".... no haber abierto la bocota. He dicho.

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