Estoy desfasada. Me he dado cuenta esta mañana, cuando he respondido a una amiga: ”Vale, guachi”. Guachiii???? Qué es eso, por Dios!!! Si ya no lo dicen ni en parvulitos!!! Espera, espera. Si ya no hay parvulitos, no?? Otro desfase!.
Me miro y me recuerdo al tío aquel del anuncio de “el hombre desactualizado”. Esa soy yo.
Sigo diciendo “digamelón” al teléfono o “porfi-plis” cuando quiero algo y no sé cómo pedirlo más encarecidamente. Es que me parece el súmmum… quién no te hace un favor si le rematas la petición con un porfiplis??? Algún ser sin corazón, nada más…
Efectiviwonder, soy una carca. Cuando salgo de marcha, sigo insistiendo en aquello de “mover el esqueleto”. Me despido con un “me las piro-vampiro” tan contenta y decir “hasta luego, Lucas” me parece “la pera limonera”.
Que mi hija me pide chuches? Yo le suelto un “nanai de la China” como un piano y ella me mira como preguntándose…. que se ha comido las chuches un chino llamado Nanai???
Salgo a la calle y hago notar a todo el que me quiera escuchar que hace cantidubidubidubi de frío. O que hace un biruji que te corta el aliento. Y cuando me noto fina y no quiero sonar soez, le llamo gilipichis a todo el que se me ponga por delante.
Que algo me mola?? Pues es guay del Paraguay. O también chachi-piruli-juan-pelotilla… Afirmo sin contemplaciones que “no ha venido ni el Tato” o “no hay ni Blas”, cuando me interesa. O hago callar a la concurrencia con un “echa el freno, Madaleno”.
Que me cuentan algo criticable??? Pues ahí voy yo con mi “… ni qué niño muerto”, a cuchillo. Que alguien no va todo lo rápido que debe?? Pues le cae un “arrancaaa que llevo el manos-libres” a la mayor brevedad. O le digo que es más lento que el caballo del malo, según me dé.
Soy un caso sin remedio. Flipo a colorines y alucino pepinillos multitud de veces. Y mando a la cola-pepsicola a cualquiera con pinta de querer colarse.
Al menos, me consuelo pensando que ya no digo aquello de “no, lavado con Perlán” cuando alguien te pregunta si lo que llevas puesto es nuevo. Ni caigo en la frase fácil del “si no hay Casera, nos vamos”. Menuda excusa… También evito el “qué pasa tronco”, a raíz de un chiste cruel que me contaron hace años y que no voy a relatar ahora por no herir susceptibilidades, pero fijo que sabéis a cuál me refiero… Y evito cualquier cifra terminada en “cinco”, porque tengo una familia poeta a la que le encanta terminarme la rima…
Pero lo de “me voy a dar un voltio” no consigo borrarlo de mi memoria RAM y me encanta brindar por los “hojameneados” en toda celebración que se precie. Si me asusto, tiro del “pabernosmatao” sin contemplaciones y “acepto pulpo” porque soy de buen corazón. Me parto y me mondo sin dolor y si algo no me gusta es una mierda pinchada en un palo. Qué asco, de verdad.
Hay quien se lo pasa pirata, se reafirma con un “pues ya-ves-truz” y te da “la hora cientotrés”. Yo no llego a tanto. Como mucho, me siento feliz cual perdiz o te premio con un “qué nivel, Maribel”!!! Pero lo digo sin maldad, eh? Es sólo que me mola mazo…
Me miro y me recuerdo al tío aquel del anuncio de “el hombre desactualizado”. Esa soy yo.
Sigo diciendo “digamelón” al teléfono o “porfi-plis” cuando quiero algo y no sé cómo pedirlo más encarecidamente. Es que me parece el súmmum… quién no te hace un favor si le rematas la petición con un porfiplis??? Algún ser sin corazón, nada más…
Efectiviwonder, soy una carca. Cuando salgo de marcha, sigo insistiendo en aquello de “mover el esqueleto”. Me despido con un “me las piro-vampiro” tan contenta y decir “hasta luego, Lucas” me parece “la pera limonera”.
Que mi hija me pide chuches? Yo le suelto un “nanai de la China” como un piano y ella me mira como preguntándose…. que se ha comido las chuches un chino llamado Nanai???
Salgo a la calle y hago notar a todo el que me quiera escuchar que hace cantidubidubidubi de frío. O que hace un biruji que te corta el aliento. Y cuando me noto fina y no quiero sonar soez, le llamo gilipichis a todo el que se me ponga por delante.
Que algo me mola?? Pues es guay del Paraguay. O también chachi-piruli-juan-pelotilla… Afirmo sin contemplaciones que “no ha venido ni el Tato” o “no hay ni Blas”, cuando me interesa. O hago callar a la concurrencia con un “echa el freno, Madaleno”.
Que me cuentan algo criticable??? Pues ahí voy yo con mi “… ni qué niño muerto”, a cuchillo. Que alguien no va todo lo rápido que debe?? Pues le cae un “arrancaaa que llevo el manos-libres” a la mayor brevedad. O le digo que es más lento que el caballo del malo, según me dé.
Soy un caso sin remedio. Flipo a colorines y alucino pepinillos multitud de veces. Y mando a la cola-pepsicola a cualquiera con pinta de querer colarse.
Al menos, me consuelo pensando que ya no digo aquello de “no, lavado con Perlán” cuando alguien te pregunta si lo que llevas puesto es nuevo. Ni caigo en la frase fácil del “si no hay Casera, nos vamos”. Menuda excusa… También evito el “qué pasa tronco”, a raíz de un chiste cruel que me contaron hace años y que no voy a relatar ahora por no herir susceptibilidades, pero fijo que sabéis a cuál me refiero… Y evito cualquier cifra terminada en “cinco”, porque tengo una familia poeta a la que le encanta terminarme la rima…
Pero lo de “me voy a dar un voltio” no consigo borrarlo de mi memoria RAM y me encanta brindar por los “hojameneados” en toda celebración que se precie. Si me asusto, tiro del “pabernosmatao” sin contemplaciones y “acepto pulpo” porque soy de buen corazón. Me parto y me mondo sin dolor y si algo no me gusta es una mierda pinchada en un palo. Qué asco, de verdad.
Hay quien se lo pasa pirata, se reafirma con un “pues ya-ves-truz” y te da “la hora cientotrés”. Yo no llego a tanto. Como mucho, me siento feliz cual perdiz o te premio con un “qué nivel, Maribel”!!! Pero lo digo sin maldad, eh? Es sólo que me mola mazo…
En fin, Serafín… tú mismo con tu mecanismo!!!
1 comentario:
jajajajaja,que buenooooooooo....ole y ole! ...luego me leo lo q tienes en biblioteca q ahora no tengo time...
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