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lunes, 5 de julio de 2010

El que nada no se ahoga... ¡ja!


Y yo me sigo preguntando… ¿pa qué me meto?

Ahora me ha dado por la piscina.
Aprovechando que mis hijos tienen que aprender a nadar en condiciones y no sólo “a lo perro” (esta vez, sí o sí; no hay opción si no quiero que se me acaben ahogando en la próxima “gota fría”) yo me he lanzado al estrellato y me he dicho pa mis adentros: ánimo, mujer, si tú esto lo dominabas como nadie. Si eras la Esther Williams de la urba, no te acomplejes ahora, que es cuando hay que demostrar lo que una vale.

Así que me he comprado los utensilios de marras que esta actividad requiere (mecagüen el estilista que inventó el gorrito de goma, que te tira de los pelos más que una depilación hecha con miel y tiras de esparto) y, tras dejar a los niños en el cursillo, me he dirigido a la zona de adultos, porque quería evitar las risotadas descontroladas de mis niños. Que son muy majos y todo lo que tú quieras, pero están en esa edad tonta en la que todo lo que mamá haga titubeando o mostrando el más mínimo respeto, les provoca una actitud desafiante y rastrera que te deja en evidencia a las primeras de cambio.

En esas estaba yo, pensando si ducharme entera o sólo por partes (es genial, nadie controla este asunto, puedes hacer “como que te duchas”, que se lo he visto yo a varias señoras, o llevarte hasta el champú y la mascarilla al huevo; no hay término medio) cuando de pronto aparece un Tarzán con fardagüevos que me ha mirado de arriba abajo, me ha guiñado un ojo y se ha lanzado a la piscina haciendo un bucle con floritura que me ha dejado medio ahogada. De la risa, claro, porque la señora que compartía anónimamente el carril con este portento olímpico (carril o como se llame el trozo ese que te dejan para intentar no hacer más eses de la cuenta) se ha puesto a escupir por la boca agua, sapos y culebras y casi no lo cuenta. Pobre mujer, con su gorrito de flores de plástico anegadas (eran más bien nenúfares a estas alturas) y los mocos hasta la barbilla.

En fin. Yo, a lo mío.
Meto un dedillo (el gordo, que siempre es el más valiente) y… Diosss….¡¡¡está fríaaaa!!! ¡Pero muy fría!. Yo pensaba que esto se calentaba con tanto cuerpo sudoroso haciendo largos, anchos, diagonales y vuelta patrás. Pero qué va. Si lo sé, me mojo un poco la barriguilla en la ducha, porque el contraste me puede provocar cualquier tragedia en el duodeno… (Apunte mental: mañana me traigo hasta el suavizante, porque lo de ducharse a medias no aplica en mi caso)

Empiezo suave, haciendo un poquito de braza y... ¡mierda! El gorrillo empieza a escurrirse y ya me tapa los ojos y parte del tabique nasal. Espera a ver cómo paro sin comerme a la señora-de-los-nenúfares… A ver, que creo que estaba en el segundo carril (no, ahora en serio, ¿cómo se llama la tira de agua esta que marcan con las boyas?), así que tengo que pasar por debajo de los plásticos y alcanzar el bordillo sin que me pateen la cabeza los que nadan de espaldas. Verás qué risas…ya casi lo tengo… me sumerjo… estiro el bracillo como si jugara a la gallinita ciega (no veo una mierda con el gorro de los cojones) y…. vaya, cómo no, aquí no hay escalerilla… ¿a que me quedo con el culo en pompa a medio camino entre el agua y el bordillo al intentar subir?… como si lo viera… tengo que tomar mucho impulso, venga, a la de una, a la de dos y a la deeee…. tressss…. ¡alehop, he llegado!

Vale. Reconozco que mi postura ahora mismo no es la más decorosa que se me recuerde, pero al menos he conseguido escalar al suelo (tiene su guasa). Miro hacia arriba, veo unas piernas peludas, una telita a punto de reventar sobre lo que, claramente, es un tío bien dotado, sigo subiendo….. y ahí está: el Tarzán sonriente.

- Menudo esfuerzo, ¿eh?
- ¿Cómo dices?
- Digo que te ha costado llegar, que casi me lanzo a salvarte al ver que no salías de entre las boyas…
- Ah, ya, es que con el gorro este no se ve nada y casi no puedo ni respirar, porque ya me tapa hasta los orificios nasales…
- No, no te los tapa.
- ¿Cómo dices?
- Que no te los tapa, tranquila.
- ¿No me los va a tapar? Si no puedo ni respirar, lo sabré yo…
- Ya, pero lo que no te deja respirar es el moco…
- ¿El moco? ¿Qué moco?
- Ese gigante que te cuelga hasta el cuello.

Roja no, ¡granate! ¡Me he puesto granate! Me he levantado como he podido. He pasado de la ducha y he tirado hacia baño como alma que lleva el diablo.
Allí, me he encontrado con la señora-de-los-nenúfares igual de colorada que yo.
Me ha pasado un pañuelito de papel y me ha preguntado a bocajarro: a ti también te ha sofocado el del paquete, ¿eh?.

Pues sí, señora. A mí también…

18 comentarios:

Babilonio dijo...

Que bueno, me he reído a gusto, todo un mundo propio entre corcheras, calles.....y mocos jajajaja

Esthertxu dijo...

calles!!!
se llaman "calles"!!!
gracias, Babilonio!
no hacía más que pensar... esto no son carriles, eso sólo lo hay en las autopistas, pero nada, que no daba con el palabro técnico, ya ves qué cosas me pasan...
un abrazo y mil gracias!

odalis dijo...

jajajaja el moco????? anda ya,mentirosa ! ay q descojoneee....
que me meooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo... jajajajajajajaj

Martha dijo...

Jajajajaja...los efluvios del cuerpo son así de inoportunos! Jajajaja! (Y los tarzanes piscineros también...hay que joerse! :P).

1 besazo, guapa!

Lana dijo...

ajajaj si, son calles estertxu jajajaja que risa! por lo menos da gracias a la que te aviso! que a mi si me pasa me daría tanto corte que lo mismo no te digo ná... espero que lo haga otro :)

bssss

Rosa Chover dijo...

pero será imbécil!!! espero que estés allí el día que él se tire a la pisci y se de una plancha en condiciones, de ésas que retumban y todo el mundo que le ve arruga el gesto pensando 'uy qué dolor pobrecito'... y tú ahí, sonriente mirándolo...

Anapsis dijo...

Jajaja muy bueno la verdad me he reido mucho! :) Y lo de la piscina, la verdad es que no hay ni donde ahogarse con tantísima gente!

Nereida dijo...

Eso te iba a decir,se llaman calles,jajajajajajajaja
Pobrecita... yo me bajo a la piscina como una autentica autista para coger color,me remojo y me agarro del bordillo y pataleo un poquitin y vuelta a la toalla. Prefiero no correr riesgos...

baejnsp dijo...

Jajajaja!!! ains... lo que me he podido reír... ha sido genial.
El carril, si la culturilla general (y la deportiva en concreto) no me falla, se llama calle.

Besicoss !

Lourdes dijo...

jajajajja
Qué punto!
Pero un poco "vacileta" el tarzán, no?
jejeje


Besos!!!

Yo dijo...

No me hables,no me hables, que yo no sé nadar y este verano me ha dado por hacer un cursillo de natación, y no veas lo que tengo que madrugar para hacerlo, me levanto a las 06.10,pues el cursillo es a las 7., cuando las calles aún no están ni puestas,jaja.
un beso


PD: pero mi clase no hay ningún tarzán,que lástima

Claudia P. dijo...

q tremendiiiisima q eres!! y q oportunos son siempre los mocos piscineros! jajaja

Dante dijo...

!!Pero si se puede cruzar la piscina pisando cabezas y no tocar el agua !!

yo-la-pau dijo...

jajajaja, me he reido un montón, luego he parado, he compartido tu vergûenza, he odiado al tarzan... y me he vuelto a reir!!!!!!!!!!!!!!
saludos ;)

Anónimo dijo...

Jjejejje. Gracias por las risas, de nuevo.

Besos.

Maniática del orden... dijo...

Jajaja!!! qué bueno!!!! lo q me he podido reir... :)

Esthertxu dijo...

Muchas risitas veo yo por aquí, pero como se le escape un moco a alguno, entonces yo reiré la última (y por tanto, mejor)... jejeje

Cada vez que me acuerdo del careto de la pobre señora-de-los-nenúfares, me pongo a llorar de la risa...

Un abrazo para todos y gracias por la visita!!!

Tom dijo...

Joer es que hay cada tipo que... mas le dara el decir nada...

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