El título lo dice todo.
Hay padres que no merecen otro calificativo.
Pero, como a veces las palabras no bastan, basaré mi afirmación en una serie de ejemplos gráficos, que siempre se fijan mejor en el subconsciente:
Ojito a la cara de la chiquilla, que no entiende nada. ¿A qué mente retorcida se le ocurre llevar a la chavalería a una despedida de soltera-guarra? Espérate a que empiece la mujer a trabajarse el siguiente ”miembro”, el oscurito que aparece al lado, y ya verás, ya… La tipa, toda sudorosa, dándolo todo, sin disimulo ninguno… fijo que en su casa no se esfuerza tanto. Se van a poner los niños a sacar fotos con el móvil para enseñársela a los compañeritos en el colegio y te van a hacer cantares, ¡pervertida!.
¡Qué fuerte! ¡No se ha salvado ni el pollo! Con las marcas que deja en la pared la cinta aislante… ¡el crío va a acabar desollado al arrancársela de la piel!. ¿Cómo se puede uno llamar a sí mismo “padre” cuando lo que eres es un delincuente de marca mayor?
De este tipo hay varios casos:
Y la madre descojonada en una esquina mientras ve a su bebé pasándolo como el culo y temiéndose lo peor… somos una raza cruel, como diría la madre de Bridget Jones.¡Pero si es que el niño planea mejor que una avioneta! ¡Lo tiran a 3 metros de altura sin paracaídas ni nada! ¡Parece un frisbee humano!
Y no te digo nada cuando llega carnaval y las maldades paternas afloran cual champiñones al sol que más calienta… es entonces cuando se ve lo peor de cada uno.
Porque hay que ser malvado y perverso para vestir así a un menor:
Y la niña contando en la escuela que se iba a vestir de Ariel, la sirenita… será más bien la porno-sirenita, porque tú dirás, ¡semejantes melones no los calza ni la mismísima Pamela Anderson! Y el chaval menos mal que todavía no tiene conciencia, porque le han dicho que va de Espinete y en realidad va de punky-gay.
Luego tenemos el apartado “ven chaval, que te voy a pegar tal susto que de esta te ahorras el estirón”. Ejemplos variados:
Tela-telita con el álbum familiar de este tipo de familias. Debe ser una especie de “pasaje del terror infantil”.
¿Vuestros padres, en qué modelo encajan? ¿En el perverso? ¿En el cruel? ¿En el terrorífico? ¿O, más bien, en el de “comodones”?
4 comentarios:
Jo...der! Qué fuerte, no? Sobre todo la de la vela-pene me ha dejado muerta!!!
Lo que yo no entiendo, es por que esta gente no se compra una muñeca inchable para hacerles todas estas putadas y dejan a los niños tranquilos!
Eso mismo digo yo... hay que ser mala persona, por Dios!!!
Saludetes!
que terrible es de ripley , ya que esta visto que el pudor y las relaciones que se las llama intimas ya estan afloradas por doquier , y me es sorprendente que los niños tengan que ver las mentes y actuaciones morvidas de sus padres que tipo de vida llevaràn esos pobres chiqcos que totalmente con estas fotos cualquiera tergiversa la palabra intimo
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