Bea, la amiga de mi vecina Maripaz, ha llegado al portal sofocada esta mañana, con las últimas noticias y sinsabores de sus amigas “las solteras de la escalera”, como les gusta llamarse. Como siempre en estos casos, Maripaz me llama y me invita a tomar un café con ellas, porque sabe que no tengo muchas ocasiones para salir y me encanta chafardear sobre las singles y sus desventuras.
La alegre Bea es una mujer de treintaypocos, de muy buen ver y un gusto refinado por los trapos. Es de las que piensan que el estado natural de la mujer es: soltera (of course), con un pisito de dos dormitorios (uno de ellos transformado en vestidor), varias citas escalonadas y repartidas entre el viernes y el sábado-noche y una cuenta corriente saneada, por aquello de no depender de que el tío que te toque sea o no un agarrao sin escrúpulos que aprovecha la cita para llenarse la barriga a tu costa. Que de esos, según me confiesa, hay muchos.
El viernes pasado, Bea tenía un plan. Pero no un plan cualquiera, no vayáis a menospreciar su cita. Éste era un planazo. ¡Qué coño: era el plan de su vida!. El padre de todos los planes. La cita con la que toda treintañera de buen ver sueña y rara vez logra: la llevaba a cenar un jugador de un equipo de fútbol de 1ª, al restaurante más de moda de la capital.
Y no, no era Guti, no seáis listillos.
Bea salió de casa eufórica. La cena prometía y el postre, ni te cuento. Tenía un coche esperándola en el portal. Con una botellita de champagne abierta en su interior y una cajita de bombones de marca (sí, qué pasa, también hay bombones de marca, no todo iba a ser “La campana de Elgorriaga”) esperando a ser catados.
Llegó al restaurante y la cosa empezó a desinflarse. El supuesto futbolista de 1ª división (así se presentaba en los anuncios de contactos, que esta parte me la había saltado) era más bien de 1ª regional. Era un pringao vestido de mil colores (no era Guti, pero él se creía Guti, no sé si me explico), con un peinado a lo Melendi y unas botas futuristas que no casaban con nada. Bea empezó a temerse lo de siempre: que le habían dado gato por liebre en algún desvío del camino. Con lo bien que se lo habían pintado los de la agencia de contactos… Bueno, ella no se desanimó, porque tiene más moral que el alcoyano, y se sentó a aquella mesa, con más miedo que vergüenza, dispuesta a lo que fuera.
La alegre Bea es una mujer de treintaypocos, de muy buen ver y un gusto refinado por los trapos. Es de las que piensan que el estado natural de la mujer es: soltera (of course), con un pisito de dos dormitorios (uno de ellos transformado en vestidor), varias citas escalonadas y repartidas entre el viernes y el sábado-noche y una cuenta corriente saneada, por aquello de no depender de que el tío que te toque sea o no un agarrao sin escrúpulos que aprovecha la cita para llenarse la barriga a tu costa. Que de esos, según me confiesa, hay muchos.
El viernes pasado, Bea tenía un plan. Pero no un plan cualquiera, no vayáis a menospreciar su cita. Éste era un planazo. ¡Qué coño: era el plan de su vida!. El padre de todos los planes. La cita con la que toda treintañera de buen ver sueña y rara vez logra: la llevaba a cenar un jugador de un equipo de fútbol de 1ª, al restaurante más de moda de la capital.
Y no, no era Guti, no seáis listillos.
Bea salió de casa eufórica. La cena prometía y el postre, ni te cuento. Tenía un coche esperándola en el portal. Con una botellita de champagne abierta en su interior y una cajita de bombones de marca (sí, qué pasa, también hay bombones de marca, no todo iba a ser “La campana de Elgorriaga”) esperando a ser catados.
Llegó al restaurante y la cosa empezó a desinflarse. El supuesto futbolista de 1ª división (así se presentaba en los anuncios de contactos, que esta parte me la había saltado) era más bien de 1ª regional. Era un pringao vestido de mil colores (no era Guti, pero él se creía Guti, no sé si me explico), con un peinado a lo Melendi y unas botas futuristas que no casaban con nada. Bea empezó a temerse lo de siempre: que le habían dado gato por liebre en algún desvío del camino. Con lo bien que se lo habían pintado los de la agencia de contactos… Bueno, ella no se desanimó, porque tiene más moral que el alcoyano, y se sentó a aquella mesa, con más miedo que vergüenza, dispuesta a lo que fuera.
El tío ya había pedido la comanda y empezaron a hablar.
No estaba mal del todo, me contaba, si le quitas la ortodoncia transparente (que él pensaba que no se notaba) y le pones un traje en condiciones. Esto a las singles, diría yo, les motiva, porque es como un reto: conseguir transformar a un Leonardo Dantés cualquiera en un Gerard Butler que quite el sentío.
Cuando llegaron al café, decidieron irse a su casa (la de él) a tomarse una copita.
Y mira tú por dónde que, llegado el momento de empezar el jaleo, el chaval le suelta lo siguiente:
- Verás, Bea, yo es que… soy virgen…
- ¿Cómo virgen?...- pregunta ella sospechosa. ¿Virgen en plan Madonna, que te sientes “like a virgin” o virgen en toda la extensión de la palabra, como un paso de Semana Santa?
- Virgen, virgen…. Vamos, lo que viene siendo sin estrenar- dice él cohibido.
- Vamos, hombre, no me jodas…. ¿Qué no te lo has hecho nunca? Pero… ¿en la vida?... ¿Ni siquiera una intentona que quedó en nada?
- Nada. Cero. No lo he hecho nunca…. Acompañado, quiero decir…
- Pero… ¿cuántos años tienes, criaturita?
- Treinta y ocho. El mes que viene, treinta y nueve.
- No me digas, no me digas, … por favoooorrrr…
- Sí, te lo digo. Es que quería que lo supieras, porque eso a las tías creo que os mola, ¿no?
- ¿Que nos mola? ¿Que nos mola ligar con un tío que se compró el libro pero no se ha leído ni el primer capítulo? ¿Tú crees que me mola tener que enseñarle a alguien dónde tengo mis cosas y para qué sirven? Porque… al menos, tendrás nociones, ¿no?- pregunta ella hiriente.
- Hombre, nociones sí tengo. He leído… he visto películas… y eso…
- ¿Y "eso"?
- Sí, lo de los preliminares, lo de avisar, lo de por detrás….
- ¿Lo de…??? Ay mi madre… pero de qué películas me estás hablando? ¿De una porno?
- Sí, claro. Ayer me vi tres seguidas, para estar al día…- el pobre hombre, ya no sabía ni dónde mirar.
- Vamos a ver si me centro… ¿nos ponemos al lío y vamos viendo cómo sale?- le pregunta ella a lo loco.
- Vale, tú me vas diciendo, ¿eh?
Pobre Bea. Dice que fue una noche para olvidar. Que la pobre no sacó nada en claro. Que él se puso nervioso y…. vamos, ya me entendéis, que no llegó ni a la primera base. ¡Qué bochorno!. Y encima le dijo que a ver si quedaban hoy de nuevo, que quería seguir practicando, que no hay como ensayar para conseguir lo que uno quiere.
Pero Bea dice que ella ya no está para enseñar a nadie. Que no tiene tiempo ni paciencia y que, si quiere aprender, que se compre un manual y todas las pelis porno que quiera, pero que ella no vuelve a hacer de cobaya.
Pobre infeliz… que a las tías les mola, dice. ¿Quién le habrá engañado?
16 comentarios:
jajajaja....Bea tenía que haber sospechado desde q se encontró la botella de champagne abierta ...que si la cosa es de postín se la abre el chofer cuando ella le diga...hay que ver...,lo inesperado es que el otro soltara " eso a las tias os mola,no? " con 39 a punto de cumplir???!!!!!
Cuando yo tenía 20 años pensaba como Bea casa propia,cuenta saneada y nada de depender de tios...ya veis cuan inocente podia ser ...
Jajajajajaja! Mi ma! Me partooooooo!!
Ahora, Bea es una valiente de las que quedan pocas, eh! Porque cualquier otra hubiera salido corriendo al enterarse del notición...es más, muchas ni siquiera hubieran llegado a saber que el tio era virgen, porque hubieran salido corriendo al ver esas botas...jajajaja!
Ainsss!
Besicos!
Jajajaja, jajajaja. Me parto, pero aún quedan especímenes así?? Pobre chica y qué osada, me imagino al chico con movimientos aprendidos y estudiados y ella luchando, intentando dirigirlo...ufff
Buenos días
Reiros, reiros, pero el papelón de la pobre Bea no se lo deseo yo ni a mi peor enemigo...
Haciendo de "teacher" a estas edades... manda huevos!!!
Saludos y gracias a todos!
Que marrón! La verdad es que lo cuentas con tanto salero y tanto dato que... bueno, yo también tengo una amiga que tiene una amiga que... jaja.
Si cuando digo yo, que como en casa, con mis perritos no hay nada....¡¡¡
Ay... Mentes calenturientas, no le saqueis punta a lo de los perros...eh.....??
Jajajajajaja, que bueno, me he reido mucho con tu post! Lo que no entiendo es como Bea no salió huyendo a la primera de cambio, vamos yo creo que hubiera volao! La verdad es que tuvo mucha paciencia.
Jajajaja, pero por el amor de dios!!!!, como puede ser un hombre tan cutreeee, primero que con 39 tacos no se es jugador de futbol de primera, amos a no se que te llames algo terminado en -iño, y seas un brasileño con tono cafeconleche, y por supuesto que sólo sería virgen del oido izquierdo, amos!!!
Vaya fraude de tio, jajajajaja si llego a ser yo le dejo allí con tres palmos de narices, si es una no se puede fiar de las agencias matrimoniales, que son un timo
ajajjaj pobre bea! como para no preferir estar soltera!!!!!!!!! :)
Hola!!
Aaaaay señor señor...
Estos hombres y mujeres de hoy en día, d verdad...
Pobrecica, vaya tela... tan trajeado tan trajeado, ese lo que quería era engañarla pa luego encontrarse el pastel! Pero muy bien me paice que ella opine así. Ya bastante faena hay para aprender como para ir enseñando! XD
Es la primera vez q lo visito, pro muy chulo tu blog ^^
Un saludo!
Jajaja. Con la envidia que me dan a veces las Singles!
A partir de ahora cuando alguna me cuente sus aventuras yo recordaré esta y me sentiré reconfortada con mi niño que no me hace pasar estos "malos tragos"
Jajajajaaj nena, buenísima la entrada!! me he reido un montón!!!
Besosssssssssssssssss
Madre mía! Menos mal que no me tocó nunca uno de esos, ya venían "enseñados". Bueno, tuve uno que llevaba tres años de castidad autoimpuesta, pero esa es otra historia, que hay gente "pa tó"...
Besos!
Sí, a mí también me reconforta escuchar estas historias de singles cada vez que me veo abrumada por la casa, el curro o los niños...
¿Me estaré autoengañando???
Abrazos para todossss
jajajajajaja que manera de colarsela a tu amiga. Desde el principio hasta el final. Debió escaparse en cuanto pudo sin llegar a la casa de el.
Jaaaaajaja, pues perdona que te diga pero lo mismo q a algunos muy usados la cosa se les da de pena algunos vírgenes seguro que se les da de miedo. Ahora que hacerte a la idea de que tienes delante a un inexperto te quita toda la líbido y si encima te dice que lo que sabe lo sabe de las pelis porno y no de algún reportaje o libro sobre sexualidad...yo en ese punto habría puesto la excusa de..."ay se me ha bajado la regla y a menos que quieras mejillón con tomate..." sí soy basta, lo sé...
Publicar un comentario