Me dice mi “santo”, delantal al cuello:
- Cielo, te voy a hacer una cena que te vas a rechupetear los dedos. Ya verás cuando se lo cuentes a todas tus amigas. Vas a ser la envidia del café de los viernes. Sácame una foto con el móvil para tener pruebas fehacientes…
- ¡Qué bien! ¿Necesitas ayuda?
- Noooo, tranquila que me valgo solo. ¿No ves que me he tragado tres capítulos seguidos de Arguiñano? Tú siéntate un ratito y ya te aviso cuando esté todo preparado.
- Pues vale. Genial. Me siento entonces …
(Al minuto y medio)
- Oyeeee, ¿dónde me has metido la nataaaa???
- ¿La nata? ¡Que yo sepa, no tenemos nata!
- ¿Cómo no va a haber nata? ¡En todas las casas hay nata!
- Ya, ya… pues mira, has ido a dar justo con la que no tiene. Sustitúyela por leche…
- ¿Leche? ¡Ni hablar! ¡Aquí no aparece la leche por ninguna parte!
- ¿Aquí, dónde?
- ¡Pues aquí, en la receta, dónde va a ser!
- Chico, pues no sé qué más decirte. O pones leche, o cambias de menú…
- Deja, deja, supongo que cuando eche la panceta ahumada la cosa se arreglará...
- ¿Panceta ahumada?
- Sí, panceta ahumada. Lo dice aquí, en el tercer renglón: “añada 150 gramos de panceta ahumada en taquitos”. No hay duda.
- Bien, bien… pero una cosita, sólo por concretar: cuando dices “no hay duda”, lo que intentas decir es que “no hay duda de que he comprado panceta ahumada al salir del trabajo”, ¿verdad?
- ¿Yo? ¿Que si he comprado yo panceta al salir del trabajo?
- No voy a ser yo. Si no me comunicas con un mínimo de antelación que te vas a poner a cocinar un martes por la noche y que necesitas ingredientes extraños, ¿cómo quieres que lo sepa? ¿Leyéndote la mente?
- ¡A la mierda la receta! ¿Se puede sustituir por algo parecido?
- Hmmm…. como no le pongas jamón serrano…
- ¿Tenemos?
- Ehh… (miro en la bandejita de la nevera) pues tampoco. ¿Te vale un poco de jamón York?
- ¡MecagüenlamadrequeparióalArguiñano!
- A ver, no te enerves y sigue con lo tuyo, que tampoco creo que se note tanto en el resultado final…
- ¿Que no se va a notar? ¿Tú crees que no vas a notar que los “espaguetis a la salsa de nata con su reducción de panceta ahumada y extracto de cabrales” llevan en realidad leche calentita con jamón York?
- No sé cómo decirte esto, pero… ¿tienes pensado el plan B para el cabrales?
- ¡No me jodas, no me jodas!
- Te lo jodo. No hay cabrales. ¿Te valen unos tranchettes?
- ¡Viva la madre superiora! Ahora me sales con que no tenemos espaguetis y ya me has hecho un hijo de madera!
- Hmmmm… Tornillitos.
- ¿Cómo??? ¿Es una palabra en clave para que me autodestruya o algo así?
- No. Que sólo nos quedan los tornillitos que les suelo poner a los niños con tomate.
- ¡Agarra el abrigo!- me grita lanzando al fregadero la sartén con algo que parece cebollita picada y requemada.
- ¿Me estás echando de casa del cabreo que te has pillado?
- No. Te llevo a cenar por ahí. No pienso comer jamón York con leche y tranchettes sobre tornillitos recalentados.
- Chachi.
- ¡Ah! Y borra la foto, que no la vean tus amigas. No creo que pudiera soportar las bromitas de sus maridos…
- Hecho. ¿Puedo elegir restaurante?
- Mientras no sea un italiano…
- Cielo, te voy a hacer una cena que te vas a rechupetear los dedos. Ya verás cuando se lo cuentes a todas tus amigas. Vas a ser la envidia del café de los viernes. Sácame una foto con el móvil para tener pruebas fehacientes…
- ¡Qué bien! ¿Necesitas ayuda?
- Noooo, tranquila que me valgo solo. ¿No ves que me he tragado tres capítulos seguidos de Arguiñano? Tú siéntate un ratito y ya te aviso cuando esté todo preparado.
- Pues vale. Genial. Me siento entonces …
(Al minuto y medio)
- Oyeeee, ¿dónde me has metido la nataaaa???
- ¿La nata? ¡Que yo sepa, no tenemos nata!
- ¿Cómo no va a haber nata? ¡En todas las casas hay nata!
- Ya, ya… pues mira, has ido a dar justo con la que no tiene. Sustitúyela por leche…
- ¿Leche? ¡Ni hablar! ¡Aquí no aparece la leche por ninguna parte!
- ¿Aquí, dónde?
- ¡Pues aquí, en la receta, dónde va a ser!
- Chico, pues no sé qué más decirte. O pones leche, o cambias de menú…
- Deja, deja, supongo que cuando eche la panceta ahumada la cosa se arreglará...
- ¿Panceta ahumada?
- Sí, panceta ahumada. Lo dice aquí, en el tercer renglón: “añada 150 gramos de panceta ahumada en taquitos”. No hay duda.
- Bien, bien… pero una cosita, sólo por concretar: cuando dices “no hay duda”, lo que intentas decir es que “no hay duda de que he comprado panceta ahumada al salir del trabajo”, ¿verdad?
- ¿Yo? ¿Que si he comprado yo panceta al salir del trabajo?
- No voy a ser yo. Si no me comunicas con un mínimo de antelación que te vas a poner a cocinar un martes por la noche y que necesitas ingredientes extraños, ¿cómo quieres que lo sepa? ¿Leyéndote la mente?
- ¡A la mierda la receta! ¿Se puede sustituir por algo parecido?
- Hmmm…. como no le pongas jamón serrano…
- ¿Tenemos?
- Ehh… (miro en la bandejita de la nevera) pues tampoco. ¿Te vale un poco de jamón York?
- ¡MecagüenlamadrequeparióalArguiñano!
- A ver, no te enerves y sigue con lo tuyo, que tampoco creo que se note tanto en el resultado final…
- ¿Que no se va a notar? ¿Tú crees que no vas a notar que los “espaguetis a la salsa de nata con su reducción de panceta ahumada y extracto de cabrales” llevan en realidad leche calentita con jamón York?
- No sé cómo decirte esto, pero… ¿tienes pensado el plan B para el cabrales?
- ¡No me jodas, no me jodas!
- Te lo jodo. No hay cabrales. ¿Te valen unos tranchettes?
- ¡Viva la madre superiora! Ahora me sales con que no tenemos espaguetis y ya me has hecho un hijo de madera!
- Hmmmm… Tornillitos.
- ¿Cómo??? ¿Es una palabra en clave para que me autodestruya o algo así?
- No. Que sólo nos quedan los tornillitos que les suelo poner a los niños con tomate.
- ¡Agarra el abrigo!- me grita lanzando al fregadero la sartén con algo que parece cebollita picada y requemada.
- ¿Me estás echando de casa del cabreo que te has pillado?
- No. Te llevo a cenar por ahí. No pienso comer jamón York con leche y tranchettes sobre tornillitos recalentados.
- Chachi.
- ¡Ah! Y borra la foto, que no la vean tus amigas. No creo que pudiera soportar las bromitas de sus maridos…
- Hecho. ¿Puedo elegir restaurante?
- Mientras no sea un italiano…
16 comentarios:
XD
si es que cuando se ponen...se ponen.
Besos
Y por curiosidad...el ambiente doméstico mientras acontecía todo esto ¿era tenso o de cachondeo? Lo pregunto porque por cuestiones menores que esta ya se han vivido tragedias griegas en algunas casas...
Jeje, muy bueno, as usual. Pobre frustración del muchacho al no haber cabrales en casa, mira que eres, ehh!! A mi tambien me ha pasado a veces, pero suelo tirar de ingenio y darle la vuelta a la tortilla inventandome cosas, y mi Estertxu es tan sumamente complaciente que le gusta todo lo que se me ocurre...eso es la felicidad!!!
jajajaja!!!! ¿por que sera que esta situacion me suena de algo? Para algunos la nevera es como un pequeño supermercado que tiene que tener de todo.
Lo que mas me sorprende es que los tipos tan inutiles sigan consiguiendo pareja.
ja ja ja!!
ahora entiendo porque te refieres a el como "santo" si es un angelito, pensaba que losi ingredientes aparecen en casa por arte de magia!!!! ja ja ja
Un beso.
Pobrecito como os quemais con él... pues yo me siento total y completamente identificada con el.
Obi-Wan nunca compra los ingredientes que necesito para cuando de ciento a viento me da por entrar en esa habitación misteriosa de la casa de la que salen los alimentos ya cocinados!
Ah! Y es un pecado pasar el bacon ahumado por jamón de Jork... por Dios!
AY POOOBREEE!! JAJAJAJAJAJAJ
mira por lo menos se enrolló que no veas! que salao tu marido!
saludos!
No desesperes, mi marido empezó así y terminó haciendo algunas cosas mucho mejor que yo. Eso sí, la compra sigue corriendo de mi cuenta, pero ya compro nata, panceta, cabrales y esas cosas...
jajajaja. Si es que las cosas aparecen el la nevera por arte de magia xD.
La foto muy buena!! jajaja
Jajajajajajajajajajaja!!!! mortal!!! Si es que son la leche!!! Eso de que se pongan a cocinar pensando que en casa tenemos de todo... Q desastre, jeje. Bueno, por lo menos seguro q cenaste algo rico en el restaurante :P así que ni tan mal!!! jejeje
Me veo retratado como tu "santo" je je... Soy un cocinillas de esos que de vez en cuando le da por cocinar alguno de esos platos que salen por la tele, con la diferencia que yo si me largo al supermercado de turno con la lista de la compra para tenerlo todo preparadito... Pero lo duro no es solo el cocinar (que tambien) si no tener que pensar todos los dias que se va a hacer, para que luego cuando vayas a echar mano a la despensa o al frigo, no falte de na... ¡¡¡ eso si que tiene merito en los tiempos de locos que vivimos !!!
es la primera vez que me paso por aqui y me ha encantado!!
jajaja es buenisimo!! mi pareja tambien hace cosas con mucho amor....aunque no le salgan como quiere!! es mas, en la relacion, de la comida me encargo yo!! jeje
un saludo
jajaja a mi tambien me hacen filetes requemados y ensucian media cocina... pero como me los entregan con ilusion hago de tripas corazon
besos
Jajajajaja! Ayyy, madre...cuánto echaba de menos tus post!
A todo esto...la solución de tu marido fue fantástica, eh! De eso no puedes tener queja...que otro seguro que te hubiera enchufado el delantal y te hubiera dicho algo como: "Pues ale, arréglalo tú" :P
Besicos!
que cachondos sois en tu familia no? anda q no te deben pasar cosas. Ahora entiendo el nombre de tu blog. Genial!!!!
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