Ayer me tocó acompañar a una amiga al tanatorio a velar a su abuelo, que había muerto a los 95 años.
Lo que prometía ser una tarde luctuosa, llorosa y gris, acabó convirtiéndose en un despiporre sin control del que todavía me estoy recuperando.
Resulta que el finado no soportaba los velatorios ni el color negro, así que la máxima de todos los familiares y amigos allí congregados era:
- vestir de colores brillantes y cantosos
- beber cualquier líquido con una concentración alcohólica mínima del 12%
- cantarse todo el repertorio favorito del abuelo, por turnos, bien a dúo o en coral de voces blancas, daba igual
- no llevar flores al muerto: en todo caso, algo de picar y punto.
Nunca me había tocado nada parecido. Yo no iba preparada y tuve que desprenderme de mi americana negra y envolverme cual momia en un chal que me dejó la viuda, de color rojo-pasión, por aquello de no dar el cante y parecer la triste de la reunión. Mi corona fue ninguneada con total desprecio y quedó tirada en una esquina.
Empecé con los chupitos de tequila nada más entrar en aquella sala. Tenían al abuelo de cuerpo presente y, tras cuatro tragos, te juro que me daba la sensación de que el hombre movía un pie al ritmo de las rancheras que interpretaba la concurrencia. Con deciros que entraban los asistentes a los velatorios de las salas contiguas, sorprendidos y con los ojos desorbitados, para acabar quedándose a la festolina… aquello estaba de un animado que no veas.
Al abuelo le habían plantado una copa de su vino favorito pegadita a la caja, acompañada de una tabla de quesos, por aquello de no beber sin tener algo en el estómago. De locos. Mi amiga y yo, a base de tequilas y almendritas, aguantamos el tipo como pudimos. Pero cuando llegó el cura que iba a oficiar el funeral, se armó la marimorena.
El hombre no sabía con quién tratar los temas importantes y recurrió a mi amiga, porque debió de parecerle la más sobria. Cuando le comentó que, al final de la ceremonia, se tocaría una melodía en el órgano de la Iglesia, la cosa se torció, porque un primo de mi amiga confundió la “marcha fúnebre” con “irnos de marcha fúnebre”, y empezó a gritar “¡esoooo, a mover el esqueletoooo!”. El cura, todo agobiado, gritaba: “nonono, al finado lo dejamos en la caja, nada de moverlo”. Pero la gente ya iba a su rollo, comentando cuánto le gustaba bailar al abuelo y lo bien que se le daba el pasodoble “a lo agarrao”. Tuvimos que decomisar todas las botellas, porque los estábamos perdiendo y la integridad del abuelo peligraba seriamente.
Cuando el encargado del tanatorio vino a avisarnos de que cerraban las puertas, todos comenzaron abuchearle, cantando a voz en grito “del lado de don Braulio, no nos moverán, del lado de don Braulio, no nos moverán, la la la laaaa”… muy fuerte. El cura y el encargado tuvieron que tomar cartas en el asunto y llamaron a la Policía, que dispersó a la viuda y a sus familiares enarbolando sus porras al aire.
Salimos como pudimos de aquel lugar. Los más animados, tiraron hacia el Antro’s a seguir brindando por el abuelo, pero yo no podía ni con mi alma y tiré pa casa haciendo eses. Menos mal que los niños ya estaban dormidos cuando entré por la puerta, porque me llega a pillar mi hija viniendo de un velatorio, envuelta en un chal rojo lleno de lamparones de tequila, incapaz de dar dos pasos rectos seguidos y con una corona de flores alrededor del cuello a lo hawaiano y se lo casca a su profesora de Catequesis sin vacilar.
Y a ver con qué cara me presento yo luego en la reunión de padres a ofrecerme a leer las peticiones en la Misa del domingo…
Lo que prometía ser una tarde luctuosa, llorosa y gris, acabó convirtiéndose en un despiporre sin control del que todavía me estoy recuperando.
Resulta que el finado no soportaba los velatorios ni el color negro, así que la máxima de todos los familiares y amigos allí congregados era:
- vestir de colores brillantes y cantosos
- beber cualquier líquido con una concentración alcohólica mínima del 12%
- cantarse todo el repertorio favorito del abuelo, por turnos, bien a dúo o en coral de voces blancas, daba igual
- no llevar flores al muerto: en todo caso, algo de picar y punto.
Nunca me había tocado nada parecido. Yo no iba preparada y tuve que desprenderme de mi americana negra y envolverme cual momia en un chal que me dejó la viuda, de color rojo-pasión, por aquello de no dar el cante y parecer la triste de la reunión. Mi corona fue ninguneada con total desprecio y quedó tirada en una esquina.
Empecé con los chupitos de tequila nada más entrar en aquella sala. Tenían al abuelo de cuerpo presente y, tras cuatro tragos, te juro que me daba la sensación de que el hombre movía un pie al ritmo de las rancheras que interpretaba la concurrencia. Con deciros que entraban los asistentes a los velatorios de las salas contiguas, sorprendidos y con los ojos desorbitados, para acabar quedándose a la festolina… aquello estaba de un animado que no veas.
Al abuelo le habían plantado una copa de su vino favorito pegadita a la caja, acompañada de una tabla de quesos, por aquello de no beber sin tener algo en el estómago. De locos. Mi amiga y yo, a base de tequilas y almendritas, aguantamos el tipo como pudimos. Pero cuando llegó el cura que iba a oficiar el funeral, se armó la marimorena.
El hombre no sabía con quién tratar los temas importantes y recurrió a mi amiga, porque debió de parecerle la más sobria. Cuando le comentó que, al final de la ceremonia, se tocaría una melodía en el órgano de la Iglesia, la cosa se torció, porque un primo de mi amiga confundió la “marcha fúnebre” con “irnos de marcha fúnebre”, y empezó a gritar “¡esoooo, a mover el esqueletoooo!”. El cura, todo agobiado, gritaba: “nonono, al finado lo dejamos en la caja, nada de moverlo”. Pero la gente ya iba a su rollo, comentando cuánto le gustaba bailar al abuelo y lo bien que se le daba el pasodoble “a lo agarrao”. Tuvimos que decomisar todas las botellas, porque los estábamos perdiendo y la integridad del abuelo peligraba seriamente.
Cuando el encargado del tanatorio vino a avisarnos de que cerraban las puertas, todos comenzaron abuchearle, cantando a voz en grito “del lado de don Braulio, no nos moverán, del lado de don Braulio, no nos moverán, la la la laaaa”… muy fuerte. El cura y el encargado tuvieron que tomar cartas en el asunto y llamaron a la Policía, que dispersó a la viuda y a sus familiares enarbolando sus porras al aire.
Salimos como pudimos de aquel lugar. Los más animados, tiraron hacia el Antro’s a seguir brindando por el abuelo, pero yo no podía ni con mi alma y tiré pa casa haciendo eses. Menos mal que los niños ya estaban dormidos cuando entré por la puerta, porque me llega a pillar mi hija viniendo de un velatorio, envuelta en un chal rojo lleno de lamparones de tequila, incapaz de dar dos pasos rectos seguidos y con una corona de flores alrededor del cuello a lo hawaiano y se lo casca a su profesora de Catequesis sin vacilar.
Y a ver con qué cara me presento yo luego en la reunión de padres a ofrecerme a leer las peticiones en la Misa del domingo…
25 comentarios:
Jajajaja ¡pues para los asistentes más divertido, ¿no?! Ahora que yo si fuera familiar sería incapaz de estar de fiesta, pero cada uno es cada uno.
jajajajajajaja... hay que ver las cosas que te pasan...
pero me parece genial,si al abuelete le iba la fiestuqui y al familión ( por lo q leo ) tambien...pues oye,todo el mundo a gusto...
una cosa, por que no le pediste a la ama el chal aquel que metiste en la lavadora junto a las zapatillas que todo se puso rosa ???? jajaja...no nos has dado mas noticias del pobre chal...
jajajajaja, buenisimo. a mi nunca me ha tocado ningun velatorio asi
jajaajaa, me partóoooo, se os colaría más gente que en una boda. Grande lo de decomisar las botellas al ver peligrar la integridad del abuelo
"Del lado de Don BRaulio no nos moverán" QUÉ BUENO!.
Eres genial, incluso un velatorio lo conviertes en un despiporre.
jajajajajaja que buen entierro. Debían ser todos igual :)
Ja,ja,ja.... atragantada me has dejado y no puedo parar de toser de lo que me reido...¡¡¡ es BUENISIMO, de lo mas divertido que he leido en tiempo...¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Yo tambien quiero uno asi, pero si me aseguran que me morire con 95 años eh....????
Juer...flipando me hallo!
Buen personaje tuvo que ser Don Braulio!! Jajajajaja!
Besicos!
jajajaja, supongo que al abuelo le habría encantado veros. Pienso que deberíamos tomarnos así la vida
Pero ¿es cierto todo lo que escribes? Últimamente cada vez que te leo.... me viene esa pregunta a la cabeza ¿es verdad? ó ¿aderezas un poco todo? jejejeje
O_o, siempre se oyen ese tipo de historias, pero siempre son del amigo del primo del tio de la novia de un conocido!!! jajaja, nunca pensé que pasasen de verdad!!! que punto!
Que puntazo!!!! jajaja
Buenisimo!!!
Agatha: sólo contestaré en presencia de mi abogado... no digo más... jejeje (me encanta cuando me sale mi vena misteriosa)
Lana: sí, lo que vienen siendo las "leyendas urbanas" de toda la vida de Dios, no? Yo, de urbanitas sé mucho, pero de leyendas, más bien poco...
La Pérfida canalla: más que puntazo, cogorcio. En toda regla, vaya...
Sí es lo que parece: a mí, desde luego, me encantaría que mi velatorio fuera de este pelo. Totalmente de acuerdo contigo.
Suena a película, pero sí, en mi grupo de amigos hemos prometido que nuestros funerales sean así. La vida es muy corta para pasársela llorando y estando triste!
Una mamá contra corriente: a mí también me habría costado si fuera mi abuelete, pero como me tocaba "de lado", pues se lleva mejor...
Odalis: la pashmina de mi madre???? Me la habrían hecho quitar!! No te digo que se quedó blancuzca??? Para esta festolina no valía!!
My little princess: también era "mi primera vez"...
Tom: es que su integridad peligraba SERIAMENTE. De verdad. Yo ya me veía a la viuda agarrando al finado pa marcarse un pasodoble. Todo agarrotao como estaba... nonono, no podíamos dejarle abandonado a su suerte!
Leia Organa: no cantes más, que esa cancioncilla se me pega y ya no me la saco ni con aguarrás!!! juajuajua
Kobal: suscribo la moción. El mío lo quiero calcadito!
Eli: a que sí??? Si uno llega a los 95, lo mínimo es que se celebre, ¿verdad?
Martha: era todo un personaje Don Braulio, sí. Pero su familia, más...
Un beso regordo pa todos!!!
Aradia: me has dado un "ideón"!!! Pienso sacar esto en la próxima reunión con la cuadrilla. Y lo quiero por escrito!!! jajaja
Gracias por pasarte!
Eso si es un velatorio y lo demás son tonterías!!!
Me recuerda al velatorio de mi padre, que acabamos contándonos chistes y riendonos a moco partido mientras se oían los lloros de la viuda de al lado...
La verdad es que, coñas aparte, mi padre hubiera estado orgulloso de tener allí reunidos a sus 6 hijos y mogollon de nietos riéndonos de la muerte (que es lo único que la jodía muerte nos da el placer de hacer).
Un saludo.
Marisa: orgulloso sólo no, también loco de contento, feliz-cual-perdiz y, vamos, dando palmas desde arriba!!!
Al menos, así estaría yo si fuera él y viera lo que me cuentas.
Un abrazo y gracias por comentar!
Jajajajaj me muero de la risa!!! pero que bueno el velatoria de ese hombre, a mi me encantaría que mis allegados me velaran con esa alegría y optimismo. Me ha gustado el post!
No puedo más, se me han saltado las lagrimas se me ha corrido el rimel y no veo las letras, por Dios, que al proximo velatorio, me apunto y que quede constancia yo quiero uno igual, ja ja ja
No me fastidies, que mnanera más bonita de homenajear a alguien, siendo felices.
Un besote.
Buenoooooo..yo tengo una amiga que cuenta que en su pueblo el día que murió un importante músico de la banda municipal fueron todos a acompañarlo tocando pasodobles y chranaga...y es que pa gustos los colores.
besos!
Me dejas muerto... de risa. Eso sí es un velatorio como dios manda, aunque a mí se me antoja imposible.
Besos.
Hola!
JAJAJAJJAJAJ que bueno... la verdad es que los budistas no lloran por un ser querido que ha fallecido porque, des de su punto de vista, simplemente ha pasado a la 'siguiente fase' de la vida y ya está...
Es triste cuando se te muere un ser querido, pero es mejor conservar su recuerdo de forma alegre que no de manera triste. Pienso que es una buena forma de ayudar a superar la pérdida...
Bss! ^^
Ja, ja, ja!!! Qué bueno!!! Parece sacado de una peli americana de humor...
Y la esquela, buenísima! Je, je, je!
Un beso.
Julia
Desde luego las imágenes que pones están muy bien traídas, genial, lo que me he reído. Yo también tengo una cría de esas que lo casca todo, que no quiere mear levitando y todo eso. No había caído en que la asignatura esa de ciudadanía podría ser la culpable, siempre pensé que en vez de una hija tenía una madre, pero va a ser lo de la asignatura... Un saludo.
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