Aparece la rubia más rubia del departamento comercial en mi despacho.
- Tengo un mal presentimiento- me susurra con voz inquietante...
- ¿Cómo dices, Aurora?
- Que las cosas se están poniendo feas y creo que he dado con la respuesta a mis preguntas.
- Bueeeno, pues qué suerte lo tuyo. Yo sigo con mil dudas y empiezo a sospechar que moriré con ellas puestas, ya ves tú…
- No me estás entendiendo nada. Te digo que nos espían.
- ¿Nos? ¿A ti y a mí, quieres decir?- que también es mala suerte, leñes, con la de tías buenas que hay para elegir en su departamento, tienen que venir a fisgonear en el mío, que es el más anodino de la compañía…
- No, cielo. A todos.
- Ahhhh, claaaro, claaaro, a todos… ya, ya…
- No me contestes como si fuera rubia, que sabes que llevo mechas.
- Perdona, pero es que …
- Sé de lo que hablo. Créeme. Aparta y te lo demostraré.
- ¿Que me aparte?
- Sí. Necesito entrar en google.
Veo que abre la página en mi ordenador y, en el cuadradito de rigor, empieza a teclear: RUBIA CACHONDA BUSCA SEXO SALVAJE.
- Joder, Aurora, si sabes que tenemos “capadas” todas las páginas de contenido erótico-festivo, ¿qué pretendes con esta búsqueda inútil?
- Tú espera ahí tranquilita.
A los diez segundos de pronunciar esa frase, aparece en mi despacho Juanjo el informático, seguido por su compañero, “el tirantes”, (desconozco su nombre, sólo me sé el mote) quien, en clara peor forma que el primero, arrastra su cuerpo abotijado como puede para no perderle la estela.
- Tengo un mal presentimiento- me susurra con voz inquietante...
- ¿Cómo dices, Aurora?
- Que las cosas se están poniendo feas y creo que he dado con la respuesta a mis preguntas.
- Bueeeno, pues qué suerte lo tuyo. Yo sigo con mil dudas y empiezo a sospechar que moriré con ellas puestas, ya ves tú…
- No me estás entendiendo nada. Te digo que nos espían.
- ¿Nos? ¿A ti y a mí, quieres decir?- que también es mala suerte, leñes, con la de tías buenas que hay para elegir en su departamento, tienen que venir a fisgonear en el mío, que es el más anodino de la compañía…
- No, cielo. A todos.
- Ahhhh, claaaro, claaaro, a todos… ya, ya…
- No me contestes como si fuera rubia, que sabes que llevo mechas.
- Perdona, pero es que …
- Sé de lo que hablo. Créeme. Aparta y te lo demostraré.
- ¿Que me aparte?
- Sí. Necesito entrar en google.
Veo que abre la página en mi ordenador y, en el cuadradito de rigor, empieza a teclear: RUBIA CACHONDA BUSCA SEXO SALVAJE.
- Joder, Aurora, si sabes que tenemos “capadas” todas las páginas de contenido erótico-festivo, ¿qué pretendes con esta búsqueda inútil?
- Tú espera ahí tranquilita.
A los diez segundos de pronunciar esa frase, aparece en mi despacho Juanjo el informático, seguido por su compañero, “el tirantes”, (desconozco su nombre, sólo me sé el mote) quien, en clara peor forma que el primero, arrastra su cuerpo abotijado como puede para no perderle la estela.
- ¡Hombre, Juanjo, cómo tú por aquí! Si nunca sales de tu cubículo del sótano. Y acompañado del tirantes, nada más y nada menos, ¡qué honor!- le suelto con recochineo, porque veo que les falta el aliento y no pueden ni hablar.
- Hola… que…. veníamos… a preguntaros si queríais bajar a tomar el café con nosotros…
- Ehhh… dejadnos un momentito y hora mismo hablamos con vosotros, que andamos con algo peliagudo entre manos, ¿de acuerdo? Esperadnos fuera…- les dice Aurora toda resolutiva ella.
- Vale… peliagudo… entiendo… estamos ahí mismo, ¿eh?- insiste el tirantes con cara libidinosa.
Les veo salir atolondrados y mi compañera cierra la puerta de mi despacho.
- ¿Lo ves?- me dice con los ojos como platos.
- ¿El qué? ¿Que los tienes loquitos?
- No, so mema. Que en cuanto he tecleado lo del sexo salvaje, ¡han brotado estos dos setas como de la nada! No puede ser casualidad. Nunca salen de su zulo y esta vez han conseguido subir los tres pisos que separan Mordor de la Tierra Media en 20 segundos escasos. ¡Estos nos tienen vigiladas, que te lo digo yo!
- ¿Los informáticos? ¿Y para qué?- insisto yo sin salir de mi asombro.
- Poder. Este tipo de información les da poder. Y, como ya nos quitaron el Facebook y el Youtube hace meses, sólo pueden recurrir a nuestras búsquedas de google. Llevo un tiempo sospechándolo.
- Pues ojito con el código deontológico de la empresa y tus “búsquedas calientes”, porque, como nos quiten el google por tu culpa, ¡te vas a enterar! Yo ya he advertido a dirección que “capar” el Hola.com puede ser considerado acoso laboral. Por ahora, parece que me lo respetan… Anda, anda, tira pa la calle, que a ver cómo nos quitamos de encima a los frikis estos, que por tu gracieta se me va a atragantar el café. Que serás rubia mechada, pero hay veces que juraría que lo tuyo es natural…
Desde ese día, no me atrevo a buscar casi nada en Internet desde el ordenador de la oficina.
Mido mis palabras y reviso lo que tecleo como una pirada de esas que creen en las teorías conspirativas.
Vivo con la constante sensación de que va a aparecer la Milá del armario archivador. O de que me van a despedir sin finiquito por haber buscado la letra de “ge de gilipollas” un día tonto que se me ocurrió buscar la discografía completa de los Hombres G.
Así que he decidido acojonar a los del departamento informático tecleando en el buscador lo siguiente: “LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO”.
Ahí queda eso.
Si alguien lo considera una amenaza, es su problema…
12 comentarios:
Jajajaja, me ha encantado la entrada. Me hiciste reír. Es la primera vez que entro a tu blog, pero voy a seguir paseándome por acá.
Un saludo grande!!
Me he escogorciao de la risa.
¡Ay! Si yo te contara una vez que visité la "central" en Madrid de dónde salieron las setas...juas juas (Pena que no puedo)
Pero para que te sitúes te diré que ni siquiera tengo Internet en el curro, solo Intranet corporativa, pero lo de que la información es poder algunos lo llevan muy a gala.
:)
jajaja, me lo he imaginado como si fuese una peli, con las caras que tendrían "el tirantes" y el otro después de subir corriendo . Con su musiquita de suspense y todo...
Jjajajjajajajajajaj, cuánto me he reido. La verdad es que hay muchas empresas que además de tener restringido accesos a muchas páginas,etc, controlan lo que los empleados hacen. ESpero que los informáticos no os diesen mucho la lata.
Hola! Hace tiempo que sigo tu blog, no soy muy comentadora, pero me encanta leerte!
Te invito a participar en un sorteo en mi nuevo blog. Si te apetece solo tienes que dejar un comentario. Espero que te guste
A ver normal que te acojones... yo tambien lo haría. una vez que te meten el miedo en el cuerpo..a ver quien es el guapo que hace lo contrario..
Joer... ¿eso es posible? Mae mía, pues mi inormatico "de cabecera" debe estar acojonao... últimamente sólo miro pezoneras, lactancia materna, pañales y esas cosas!
En mi oficina también tenemos los ordenadores "capados", y también sospecho que tenemos "vigilancia", pero es algo que no me preocupa demasiado... como mucho consulto la web de "páginas amarillas", para tlfs de empresas, jejeje!
Un besito!
(Me ha encantado la viñeta, jejeje
jo nena si no fuera por momentos como estos, apaga y vamo nos, muy buena la entrada.
Un besazo.
Nosotras no estamos en red, pero por si las moscas borramos el historial en tres lugares diferentes cada vez que nos levantamos de la mesa.
Yo trabajaba en una empresa como técnico de sistemas. A nuestras manos llegaban todos los portátiles de la empresa.
La verdad se veía de todo a veces casi sin quererlo. Mi jefe me confeso que guardaba un disco duro, con cosas que había encontrado en los ordenadores politicamente incorrectas. Fotos de la gente y etc....
Por si algún día algún listillo venia revindicándose mas de la cuenta para meternos caña (cosas que solían hacer y era desesperante).
Así que mucho cuidado la información es poder.
Os saluda el que un día estuvo en el lado oscuro.
Pobres informaticos, si no son tan malos chicos. Somos atentos y serviciales y jamás se nos ocurriría espiar las búsquedas de google.
Publicar un comentario