Hay un viejillo orondo en la calle peatonal donde se encuentra mi oficina que, cuando pasas a su lado, te suelta:
- ¿Me das 80 céntimos?
No “dame algo”, ni tan siquiera “llevas suelto” o “me faltan unos céntimos para el billete de autobús”. ¡Qué va! Él ha establecido su tarifa y, si quieres calmar tu conciencia, tienes que ceñirte a la cantidad fijada.
Con esto de la crisis, se ve que hay una tarifa mínima de limosna y yo sin enterarme.
Atrás quedó el famoso “tienes un durillo” o el salao “anda, dame pa vino y pa droga”. Ahora, o le das el coste del aperitivo, o no cuela. Debe ser que 80 céntimos es lo que vale un chato, un zurito o un marianito. No tengo ni idea. Pero si le das, por ejemplo, 50 céntimos (comprobado) te los echa a la cara y te dice que él no se levanta por menos de 80. ¡Y encima te insulta, llamándote “rata” sin miramientos!
¡Joder con el mendigo! ¡Ni que fuera un broker venido a menos! A este paso, de 80 en 80, se saca el Ferrari, el tío!
Y debe ganar más que yo al mes, porque está gordo-regordo y va hecho un pincel. Lo cierto es que se ha buscado una esquinita muy buena, ya que, al estar en la confluencia de dos calles peatonales muy comerciales, la gente sale de las tiendas cargadita de bolsas y se apiada del “gordito gruñón”. Así que se le ha subido el ego hasta la estratosfera y se permite elegir a sus clientes. Si te ve malas pintas, ni te mira. Si te ve toda mona, colgada de tu bolso de imitación, te sale con la cantinela de los 80 céntimos. Vamos, que es un indigente muy señorito con las ideas muy claras.
No te creas que se pone a las puertas del Burger King, ni a la salida de Misa. No, no.
Se planta frente a los Bancos o junto a las tiendas de marca, que debe ser donde abundan los incautos con las conciencias más sucias. Y a pedir, que son dos días.
Ayer me pareció ver a un señor aflojándole lo que tenía pinta de ser un billete de 10 euros. ¿Y sabéis qué hizo el pedigüeño? ¡Le dijo que a ver si no tenía mejor uno de 20, que tenía que pagarse la hipoteca! ¡Habrase visto el caradura! ¡No le dio ni las gracias!
Cualquier día, me planto con los niños en la calle y así me saco pa las extraescolares… ¿Pues no me ha convencido el tío de que ésta es una profesión como otra cualquiera? Se tiene por algo parecido a un “limpiador de conciencias”: cubre la necesidad social de “ser caritativo con el pobre” y cobra por ello. Es un servicio más que ofrece a los transeúntes con remordimientos.
Sólo nos falta que se haya visto el vídeo de Manolo Lama y acabe pidiendo VISAs y móviles, “como los del mendigo de la tele”, porque está en un plan desvergonzado de asustar.
Al tiempo…
19 comentarios:
Pues ya sabes lo que tienes que hacer: tome, un euro; deme la vuelta, que yo sin los 20 céntimos no me muevo de aquí.
O mejor aún: ¿se admite Visa, Mastercard..?
Pues aun te sale "barato" porque en mi pueblo directamente te piden el euro!!! Y les parece lo más normal del mundo, coño, encima de q pides confórmate con lo q te dan y déjale libre albedrio al q decide darte algo, ¿no?
Y luego ya están los q tienen más pasta q tú pero te piden y luego los ves de bares... en fin
pues esto de la mendicidad ha aumentado considerablemente.. nunca había visto tantos semaforos con mendiguillos pidiendo limosna! a mi me dan penaa.. suelo soltarles calderilla, algunos son agradecidos pero hay otros más impertinentes..! y no hablemos de los gorrillas! que esos si que si! tu en buscando sitio en zona Ora y se aparece el rumano/moro o lo que sea (ninguno con pinta de español) a decirte donde hay sitio, y luego hay que pagar el ORA y pagarle a él anda ya! me saldrá más barato ir en autobus ¬¬
Pues hace años me encontré a un amigo del instituto pidiendo en la plaza del Ayuntamiento de Valencia. Cuando lo vi, y sabiendo que es de "buena familia" le pregunté que qué hacía ahí pidiendo...y me dijo que estando ahí tumbado a la bartola se sacaba entre 8 y 10 mil pelas ¡¡¡¡¡¡al día!!!!!! Desde entonces, pagan justos por pecadores...y nunca doy limosna!
Realmente perpleja...sobre todo con la última foto...el ingenio popular no se detiene nunca...un beso
Si es que de desagradecidos está el mundo lleno!!!
Yo casi nunca doy limosna, a no ser que sepa exactamente dónde va a ir a parar...
Un beso!
Yo lo siento muchísimo pero no doy limosna. Porque sé que muchos mienten. Si que doy a los músicos que tocan en la calle, los mimos, etc. pero al que no hace nada no. Dando sólo se consigue que pidan más. Alugnos lo necesitan de verdad pero los caraduras les han dado muy mala fama...
Una pena, sí, pero los casos reales son mínimos. Al de mi barrio un vecino mío le dijo que si le llevaba las bolsas de la compra a casa le daba diez euros y el tío dijo que no, que ahí sentado se sacaba más. De su esquina a mi casa hay cuatro minutos...
Lástima, pagan justos por pecadores, pero es que los hay que no quieren trabajar y como así se sacan un buen dinero, pues hala, a pedir. Que triste es de pedí, pero más triste es de robá, no???
Moraleja: la caridad bien entendida comienza por uno mismo... O sea: no le des más al gordo gruñón, que lo que tiene es un morro...
Besos
No sé, a mí estas cosas no me pasan. Como miro a todo el mundo con asco, sin excepciones, nadie se me acerta, ni por necesidad.
Salut.
Siempre es una gozada pasarse por aquí. Gracias por las sonrisas!
Besos.
Yo me quedé patidifusa cuando saliendo de una famosa pastelería de Madrid un mendigo nos pidió que le diéramos "argo", después especificó "argún billetito", que él no cogía monedas (!!!!).
yo es que cada día flipo más, la gente tiene un morro q se lo pisa... si eres mendigo y por desgracia no tienes ni 1duro, encima no tengas la jeta de quejarte si te dan 10e en vez de 20!!! encima con exigencias...
Dentro de poco te cobran hasta el IVA.
Pues conmigo lo llevaría claro,no le daría un céntimo por exigir.
un beso
No puede ser que todo esto te pase a ti, jajajajaaj
Todo a mí, todo a mí... ya sé que parece mentira, pero es que sólo me debo fijar en los indeseables que pueblan el mundo...
¡La próxima vez, le pido factura, apuntad lo que os digo!
Un abrazo para todos y gracias por comentar.
Vaya elemento, que de esos hay muchos. Yo, como la mayoría, como leo, paso de dar limosna. Una vez le di a una madre con su bebe un cartón de leche y un paquete de galletas y poco después los vi en la papelera más próxima. Sobran las palabras.
Te voy a contar que una vez se me acercó una señora con tres niños (dos de pie y uno en brazos) a pedir dinero justo cuando compraba mi café. No tenía en ese momento, pero como era clienta asidua de la cafetería-comedor, le dije a la señora que le diera dos menús del día y lo pusiera a mi cuenta. La cara de alegría de esos niños me hizo sentir bien, ilusión que se fue al drenaje cuando la tipa me dijo que lo que necesitaba era el dinero. Como le dije que no tenía, se fue llevándose a esos niños con la carita triste y mirándome como pidiendome algo para convencer a su madre. No pude hacer más, la señora igual se fue, dejándome con la palabra en la boca, ya que no pude llegar a convencerla de que se quede a comer. De sólo recordar me deprimo porque esas caritas tristes me duelen mucho.
Ya me salí del tema, pero tu entrada me hizo recordar aquello, y no pude evitar el escribirlo.
No todos los mendigos necesitan en verdad, y no todos piden para la comida, así como no todos son "pobres".
Pues espera que hay de todo. A mi me hay llegao a lanzar las monedas (no tenia mas que calderilleta) porque con eso no tenia 'ni pa limpiarse el culo'. Si es que los mendigos de ahora se nos están aburguesando....
Saluditos.
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