Ya estoy harta de lo de “Mediterráneamente”.
¡Menuda pijada!
A ver si ahora resulta que todo el mundo tiene un velero en multipropiedad, pesa 40 kilos (a pesar de beberse 8 cervezas antes de comer) y liga en verano como un campeón. O si es que tó quisqui tiene casoplón en Menorca/Formentera/Ibiza o cualquier isla aledaña, sale de marcha con los colegas desplazándose en boogie/vespino/bici-motorizada y remata la faena vestido de blanco impoluto alrededor de una hoguera en la playa, porque aunque esté prohibido, luce un montón…
En mi casa se estila más lo de “Cantábricamente”, para qué os voy a engañar.
Nuestros veraneos son más rollo “pásame el bocata-calamares”, “vigila al niño no se lo lleve la resaca”, “sácate unos vinos que parece que hay sed”, “cuidadín con la toalla que veo a la marea con intención de absorbértela” o “ponte el chubasquero que está cayendo lo más grande y te vas a ahogar de camino al chiringuito”.
También tiene su encanto, no os creáis.
Mis recuerdos más tiernos tienen sus raíces bien plantadas en este tipo de imágenes:
- unas katiuskas azulonas combinadas con un anorak a juego
- un bocadillo de tortilla rebozada en arena con su plátano-pocho de postre
- una espalda roja con sus marcas blancas estratégicas (donde los dedos de mi madre habían llegado con la crema protectora)
- un quisquillero que nos daba servicio cuando en los pocitos de agua calentorra que surgían entre las rocas se despistaba algún camarón (vete ahora con el quisquillero a la marisquería a ver si tienes suerte y los consigues por menos de 80 euros)
- unas cangrejeras en los pies para no acabar el verano con puntos de sutura en plantas y empeines por hacer el animal entre las rocas intentando arrancar media docena de lapas
- dos o tres costras en las rodillas cortesía de la bici heredada de tu primo, que no tenía frenos pero llevaba la pegatina de Naranjito en el cigüeñal y era la envidia de los chavales del pueblo
- litros de kalimotxo en la playa durante la pubertad, porque entonces este tipo de reuniones clandestinas no estaban prohibidas y la palabra “botellón” sólo la usábamos para referirnos a las botellas gigantes de plástico que nuestras madres nos mandaban rellenar en la fuente de la plaza
- esas toallas con solera que lo mismo te servían para secarte después de 4 horas en el mar que para taparte la coleta cuando empezaba el chaparrón (como para encender hogueras en la playa… menudo esfuerzo más inútil)
- esas digestiones de dos horas hasta que te dejaban volver a meterte en el agua a 12 grados, porque si se te cortaba el bocata podías no sé… ahogarte, acalambrarte, vomitar durante media hora seguida, o cagarte en plena marea baja… a saber…
- esas visitas a la cuadra porque la vaca había parido y teníamos que hacerle la ola al ternerito para que se levantara en dos minutos de reloj porque, de lo contrario, tenían que sacrificarle por torpe o por vago, igual me da. Eso era entonces el estrés para mí…
- las meriendas a base de bocatas de nocilla, manzanas robadas del árbol del vecino o sándwiches hechos con las tapas del pan bimbo y dos o tres rodajitas de chorizo-cantimpalo colocadas con pericia para que pareciera que ocupaban toda la superficie...
En una palabra: igualito que los anuncios de la tele.
Mediterráneamente dicen… serán panolis… a esos les daba yo una bici de 50 centímetros de altura, con el sillín elevado “a todo lo que dé de sí”, un triste bocadillo por toda manduca para las próximas 12 horas, una buena cazadora para cuando el viento sople desde la Iglesia (orientación nornoroeste, nada de sirocos y pijadas de ese calibre) y tira millas, chaval.
Y luego vienes y me lo cuentas, con una cancioncilla pegadiza de fondo, si quieres, pero cuéntamelo, que me quiero echar unas risas. Panda de finolis...
¡Menuda pijada!
A ver si ahora resulta que todo el mundo tiene un velero en multipropiedad, pesa 40 kilos (a pesar de beberse 8 cervezas antes de comer) y liga en verano como un campeón. O si es que tó quisqui tiene casoplón en Menorca/Formentera/Ibiza o cualquier isla aledaña, sale de marcha con los colegas desplazándose en boogie/vespino/bici-motorizada y remata la faena vestido de blanco impoluto alrededor de una hoguera en la playa, porque aunque esté prohibido, luce un montón…
En mi casa se estila más lo de “Cantábricamente”, para qué os voy a engañar.
Nuestros veraneos son más rollo “pásame el bocata-calamares”, “vigila al niño no se lo lleve la resaca”, “sácate unos vinos que parece que hay sed”, “cuidadín con la toalla que veo a la marea con intención de absorbértela” o “ponte el chubasquero que está cayendo lo más grande y te vas a ahogar de camino al chiringuito”.
También tiene su encanto, no os creáis.
Mis recuerdos más tiernos tienen sus raíces bien plantadas en este tipo de imágenes:
- unas katiuskas azulonas combinadas con un anorak a juego
- un bocadillo de tortilla rebozada en arena con su plátano-pocho de postre
- una espalda roja con sus marcas blancas estratégicas (donde los dedos de mi madre habían llegado con la crema protectora)
- un quisquillero que nos daba servicio cuando en los pocitos de agua calentorra que surgían entre las rocas se despistaba algún camarón (vete ahora con el quisquillero a la marisquería a ver si tienes suerte y los consigues por menos de 80 euros)
- unas cangrejeras en los pies para no acabar el verano con puntos de sutura en plantas y empeines por hacer el animal entre las rocas intentando arrancar media docena de lapas
- dos o tres costras en las rodillas cortesía de la bici heredada de tu primo, que no tenía frenos pero llevaba la pegatina de Naranjito en el cigüeñal y era la envidia de los chavales del pueblo
- litros de kalimotxo en la playa durante la pubertad, porque entonces este tipo de reuniones clandestinas no estaban prohibidas y la palabra “botellón” sólo la usábamos para referirnos a las botellas gigantes de plástico que nuestras madres nos mandaban rellenar en la fuente de la plaza
- esas toallas con solera que lo mismo te servían para secarte después de 4 horas en el mar que para taparte la coleta cuando empezaba el chaparrón (como para encender hogueras en la playa… menudo esfuerzo más inútil)
- esas digestiones de dos horas hasta que te dejaban volver a meterte en el agua a 12 grados, porque si se te cortaba el bocata podías no sé… ahogarte, acalambrarte, vomitar durante media hora seguida, o cagarte en plena marea baja… a saber…
- esas visitas a la cuadra porque la vaca había parido y teníamos que hacerle la ola al ternerito para que se levantara en dos minutos de reloj porque, de lo contrario, tenían que sacrificarle por torpe o por vago, igual me da. Eso era entonces el estrés para mí…
- las meriendas a base de bocatas de nocilla, manzanas robadas del árbol del vecino o sándwiches hechos con las tapas del pan bimbo y dos o tres rodajitas de chorizo-cantimpalo colocadas con pericia para que pareciera que ocupaban toda la superficie...
En una palabra: igualito que los anuncios de la tele.
Mediterráneamente dicen… serán panolis… a esos les daba yo una bici de 50 centímetros de altura, con el sillín elevado “a todo lo que dé de sí”, un triste bocadillo por toda manduca para las próximas 12 horas, una buena cazadora para cuando el viento sople desde la Iglesia (orientación nornoroeste, nada de sirocos y pijadas de ese calibre) y tira millas, chaval.
Y luego vienes y me lo cuentas, con una cancioncilla pegadiza de fondo, si quieres, pero cuéntamelo, que me quiero echar unas risas. Panda de finolis...
33 comentarios:
Eyyyyy, hoy soy la "primer", ajjajaj!!!
Pues mira, hija: mis veranos podrían llamarse "mediterráneamente", porque siempre han sido a orillas del Mediterráneo, pero nada que ver con el anuncio de la dichosa cerveza. Quiero decir que, salvo lo del ternerito (qué penaaaaaaaaaa), que por estas latitudes no tenemos, lo demás, forma parte también de mis recuerdos infatil-veraniegos: bocata calamares, sandwich de Nocilla, tortilla y ensaladilla rusa llenas de arena, sandalias cangrejeras (esas en la playa no, pero en el río del pueblo de mis abuelos en Cuenca, iban que "ni pintás"), espalda roja como un cangrejo seguida de pielecillas,kalimotxos adolescentes con sus consiguientes resacones.... ayssssss. Eso sí que eran veranos y no la mariconada del velerito! Ya ves, la latitud y el mar/oceáno donde te bañas, es lo de menos. Las costumbres son las mismas aquí que allí. Mediterráneamente, cantábricamente o atlánticamente.
Me ha gustado mucho la entrada, as usuall. Besos!!!
uiiiiiiiiiiis! vaaaaya, jo, yo es que vivo en el mediterraneo y para mi es lo normal.. hombre lo del tio con el barco y las fogatas y las historias pues no xD (esos fuegos si estan permitidos en san juan!) pero nah, que son todos unos essageraos! que yo aqui no vivo asi de bien eeeeeh! tengo mis playas preciosas pero hija, eso que enseñan ahi de ligar asi porque si con la cervecita y tener el barco pues como que no!
Yo quiero visitar el norte de España :D
Bueno, Esthertxu. Los veranos "cantábricamente" no estan tan mal...
A ver donde se puede estar en la playa y ver al mismo tiempo la montaña ahí tan cerquita que la puedes tocar si alargas un poco la mano.
Yo que he mediterraneado lo mío, ya sabes, siempre queremos lo que no temenos, me quedo con el Norte. Aunque a veces maldiga el tiempo y la lluvia y el orbayu y todas esas cosas...
Ah, y en el Norte también se liga y también hay pijos, seguro que muchos más que en el Mediterráneo. De los de verdad, digo :)
Besitos desde el Cantábrico...
Hola, Esthertxu:
Me encanta tu blog. Lo leo casi a diario desde que un día lo encontré por casualidad, aunque pocas veces te he dejado algún comentario… Me echo unas risas con tus aventuras y desventuras: unas veces de lo más peculiares, otras la mar de normales. Pero la manera que tienes de contarlas hace que se conviertan en algo digno de leer.
Hoy te escribo para pedirte un favor. Teniendo en cuenta la cantidad de personas que te leen a diario, me harías un gran favor si pudieras dedicar en tu blog al menos unas líneas a este otro blog: http://elblogdeyanay.blogspot.com/. No te preocupes, que no te hará la competencia. Se trata de una niña, sobrina de una amiga mía, que padece cáncer y necesita 200.000 € para hacer frente al tratamiento que necesita, cantidad que su familia no puede costear, por lo que piden ayuda.
Es una cantidad considerable, pero si cada uno aporta su granito de arena, si cada uno le pasa la información a sus contactos y colabora en la medida de sus posibilidades, por modesta que sea la cantidad, habrá contribuido a salvar la vida de una niña. Sé lo mucho que tú quieres a tus hijos y por eso estoy casi segura que no me vas a fallar, aunque tu blog sea en clave de humor y éste sea un tema muy serio.
Para quien le interese, la familia también ha creado un grupo en Facebook: “Ayuda para tratamiento cancer Yanay”. Invitad a vuestros contactos y animadles a colaborar.
Muchísimas gracias.
Un saludo,
Laura
Estamos hablando de la playa de la Arena, Muskiz????
Es que nos engañan como a chinos...bueno, a los cuatro snobs que se dejan engañar, claro..
Mis vacaciones son de lo más normales, ni hago hogueras, ni me encuentro un tío estupendo que me lo presenta una amiga y al momento se enamora de mí porque soy monísima, y como me descuide me da un sueño después de cenar que a la 1 estoy en la cama dispuesta a dormir a pierna suelta con mis bragas normales y deseando que llegue la mañana para cascarme una jornada de sol de aquí no te menees...
Ya ves...pero a mí me gustan, eh???
Coño! que parece ahora que si no te vas a Menorca eres una mierda pinchá en un palo..!
Assco de publicidad...
Un beso!
Te has olvidado de las eternas horas de siesta, en las que no podías ir a ninguna parte (ni falta que hacía porque a 40º a la sombra no salían ni los lagartos) y sólo te quedaba escuchar el sonido de los grillos. Las sandías (que sabían a sandía)
Yo era más de Atlántico, el Cantábrico lo visitábamos poco, pero desde luego me has traido muchos recuerdos.
Ey que yo veraneo en Menorca y estoy encantada de hacerlo! Llevo veraneando alli desde los años que tengo, 31, y mis vacaciones no son como las pintas, son como las de cualquier otro solo que con unas playas que ya quisiera el caribe ya.
Los que veranean como tu dices son los ricachones, pero como todos sabemos esos siempre son los menos, la élite del yate del puerto de Mahon que ni si quiera veranea en Menorca, esta de paso con su yate hacia las Islas Caimán por lo menos.
Joder no te quejes que al menos tenías playa, lo mío era lo mismito en la "pircina" así que imaginate que blufff. Pero yo creo que esa gente haberla hayla.
ja ja ja ja!!!!
que gracia!!!
me has hecho acordar, mis veranos rioplatenses, mi madre bajandonos la comida a la playa...siiiii, y no eran bocatas, no! milanesas con pure!!!! te lo podes creer!!!! a la hora del sol fuerte a refugiarnos entre los arbolitos...nada de protector solar, huy que tiempos aquellos!!!!
Besos!!
jajajaj mira que ya vivo todo el año al ladito del mediterraneo y no hay forma de encontrarse alguno hombreto como el del anuncio y acompañado de cervecita y yate. Yo he tenído veranos como los tuyos pero en el centro, que recuerdoss :), no hace falta tanta parafernalia, que los bocatas de nocilla son lo más
Besetsss
Si no fuese por la lluvia, todo el mundo se vendría al norte en verano. Las playas son mejores, no hay tanta aglomeración, el paisaje es la caña... Pero si no fuese por la lluvia, tendríamos aglomeración y el paisaje sería tan amarillo como en el mediterráneo. El verde no es gratis :D
Al anónimo de arriba: si habla de la Arena de Muskiz, ha olvidado contarnos el tiempo que tenías que frotarte los pies para sacar el color amarillo que te quedaba, ¿a que sí? ;-)
Vayamos por partes (frase robada a Jack el Destripador):
La Gata: veo que ocurre lo que me temía, es decir, que el “Mediterráneamente” que nos pintan en el anuncio tiene poco o nada que ver con la realidad. Era de esperar…
Marisela: pues debe ser que han adelantado San Juan pal anuncio, no?? Juajuajua Vente pal Norte que también mola, pero una cosa te digo: tráete el paraguas y las botas!!!
Elena: que en el Norte se liga??? Y yo sin enterarme… jajaja De los pijos ni me pronuncio, porque eso me temo que abunda por todas partes (aunque cada vez menos…)
Laura: te prometo añadir el link que me comentas en uno de los siguientes posts. Faltaría más! Este tipo de cosas son importantes y hay que solidarizarse. Cuenta conmigo! Y lo de la competencia a mí me la sopla (con perdón de la expresión, es que a veces soy un poco bruta…). Eso son tonterías así que ni lo menciones, por Dios! Un beso gordo!
Anónimo: no, no es la playa de La Arena, pero la conozco. Está relativamente cerca, pero en Cantabria, no en Vizcaya. Tú de esto dominas, eh?? Que te lo noto!!! Jajaja
Cactus Girl: Sí, mis vacaciones son más como las cuentas tú, y no como nos pintan en la tele… cuando me llegue pa un velero, borraré este post!!! Juassss
Papalobo: es que en el Norte la hora de la siesta es la más productiva!!! Lo de los 40º a la sombra no lo catamos, fíjate lo que te cuento, ni de broma! Y, por otro lado, mucho mejor, porque yo creo que me derretiría!!!
Mamalis: que yo no tengo nada contra Menorca, eh? Lo que me mosquea es la pinta de buen rollito que le pintan a todo, como si en Menorca no hubiera veraneantes con niños, sombrilla y la arena pegada al culo… todo lo pintan muy bohemio, chic y elitista, y eso me cabrea sobremanera. Sin más…
Tom: pobreeeeeeee… la pircina… me ha encantado!
Cheli: milanesas con puré en la playa?? Tu madre es mi “ídola”!!! Menudo crack!!!
Pío: Amén. Los Santos bocatas de Nocilla sí que son un “must”… juajuajua
Bruja Naranja: si no fuese por la lluvia… esa es NUESTRA frase… jajaja. Chica, y yo que ya ni la noto… salvo cuando caen 150 litros por metro cuadrado, que me acojono por si no hago pie. Por lo demás, tan normal…
Un besote para todos y mil gracias de nuevoooo
Laura: he añadido el blog de Yanay en la lista de mis sitios favoritos, a la derecha de mi blog, por si pudiera servir para algo.
Un abrazo muy fuerte!
Muchísimas gracias, Esthertxu. Lo importante es darse cuenta de que, si todos damos un poquito, a esa cantidad se llega enseguida. No hace falta que nadie haga un esfuerzo sobrehumano. Cualquier aportación, por pequeña que sea, contribuirá a ayudar a Yanay. ¡La unión hace la fuerza! ¡Que corra la voz! A ver si pronto alcanzamos esos 200.000 €.
razón que tienes, reina, que yo soy del Mediterráneo y cuando he ido al Cantábrico se me han helado hasta las ideas, dios qué fría está el agua, claro que mi amiga de Santander venía a verme y decía que éramos una panda de maricas con ese agua calentorra y de caldo maggi... el bocata en la playa es un lujo irrenunciable
Vamos a ver....Da igual como lo llames....las vacaciones de la mayoría de lo españoles son tal cual has decrito las tuyas... algunos en vez de manzanas robadas al vecino las comíamos del súper (en un apartamento de playa mínimo, qué digo apartamento, ¡estudio! nadie se iba a poner a plantar manzanos...). Además los barcos marean y tienen colchonetas de látex... vaya mierda. Mejor es la arena de la playa (o los pedrolos de málaga) donde puedes hacerte un colchón a medida, con hendiduas para los pechos si quieres ponerte boca-abajo.
Pero sinemabrgo sí que he estado en una hoguera. Fue en tarifa, la hicieron unos guiris (era como un grupo de veinte) e intentaron que mis primas y yo nos fumásemos algo que desde luego olía muy bien (pero que desde luego, como chicas responsables que somos no probamos...).
En fin... que mi vacaiones han sido mediterráneamente... pero porque estaba allí, no poruqe hubiera barcos, vestidos blancos y vespas customizadas.
¡Un beso!
Yo no sé ni como llegué hasta aquí, pero me alegro mucho. Lo que me he reído, aquí en Canarias "atlánticamente" hemos pasado los veranos casi como tú, y eso que por motivos de trabajo de los antecesores tuvimos que pasar alguno que otro en Mallorca, pero seguimos con nuestras costumbres autóctonas "másnaturalesquelasamapolasdelcampo" de los sitios no pijos
Oriñón, tal vez????
Manuela: sí, se te congela hasta el bazo, pero da como gustico... jajajaja
Cristina: esos guiris, que a saber lo que se meten... tú pórtate bien, que luego vienen las "lagunas" y no sabemos lo que hemos hecho...
Isabel: sí señora, natural-natural, como el atún. Veo que lo de etiquetar (sea atlántica o cantábricamente) da igual, todos vamos parecidos...
Anónimo: juajua tampocooooooooo
De esta te acabo sacando el nombre, ya lo verás ;-))
un besoteeeeeeeee
despues de leeros no me atrevo a decir que mis veranos fueron cubanos,caribeños y atlanticos...
Esther,las katiuskas son aquellas chanclas de plastico trenzado made in la madre URSS ?
tuve como 200 de esas durante mi infancia,,,,les deciamos " katienkas "...
Bueno entre nosotras,alguna mini-escapadita al Mediterráneo también la hubo en tus veraneos,con bocadillos de nocilla, de FOIGRAS La Piara... y delicios platos de " empedrat " jajaja... ! que años !
Me lo paso en grande leyendote. Muchos besos
Esthertxu, acabo de descubrir tu blog y me has hecho reír con ganas!!!!
Te sigo, saludos
jajajajaja, qué risa!! menudo montón de recuerdos!!
lo del bocata rebozado en arena y el plátano pocho, acompañado de las 2 horas de hacer la digestión me han llegado muy adentro! q tiempos...
Ja,ja,ja,ja,ja, qué bueno, la verdad. Y es que es cierto no todos tenemos un yate, ni nos pasamos todo el verano de vacaciones, ni tenemos un verano mediterráneo, que es una maravilla, muchos lo tienen cantábrico, otros atlántico, y otros de interior, con el mar de girasoles maravilloso de Castilla. Lo importante es disfrutarlo siendo uno mismo. Un saludo.
Que razon tienes...a mi me encanta el norte de España y las platas frias... y no tengo velero xD
Besitos de caramelo!
Por cierto pasate por mi blog, hay algo para ti!
Lo peor no es que existan esas vacaciones sino que sean el ideal de vacaciones para muchas personas, supongo. Aunque para gustos...
Me has recordado las dos horas de digestión. Qué horror. Me acuerdo que yo me podía bañar cuando se terminaba Lucecita, un serial radiofónico interminable. Ainssss :D
Pues yo vivo mediterraneamente e intento veranear cantabricamente. Y no digo lo de mediterraneamente por el estilo de vida, ehhhh, que aún recuerdo los bocatas playeros de tortilla de patatas rebozada con arena, y esas patatas "Paco" mas aceitosas que la madre que las parió.
Besosssssss y ayss que recuerdos!!!
Me ha gustado tu manera de disfrutar del verano, pero me he perdido con alguna palabras: Te las digo katiuskas y cangrejeras. Qué es esto?
besos
Jajaja, si la verdad es que yo lo de mediaterraneamente como que no. Mis veranos eran de bocata de nocilla, de coger fruta directamente de los arboles y de las marcas esas que tu dices pero no porque no le llegaran las manos a mi madre con la crema sino porque nos la echabamos nosotros cuando nos acordabamos. Antes los niños nos quemabamos al sol todos los fines de semana cuando nos ibamos a la piscina de turno con veinte familias mas y mientras los padres se tomaban la cerveza tirados en la hamaca los crios nos cuidabamos como podiamos. Anda que no tengo yo marcas en las piernas de caerme con los vestidillos esos que nos ponian a las niñas.
Me siento tan identificada con tu blog! Estoy en proceso de leérmelo to!
para vuestra informacion katiuskas son botas de agua, y cangrejeras son sandalias de goma de esas cerradas con tiras en los lados dejando el pie al aire a excepcion de una tira por el empeine y otra que rodea el tobillo con una hebilla.
Ya puestos podías haber dicho que la playa es la de Trengandín en Noja,Cantabria.Una privilegiada que vive alli...
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