Vale, sé que suena obvio.
Pero no es lo que parece.
No quiero ser Angelina Jolie por su cuerpo serrano, sus labios carnosos ni su compañero de cama (que también), sino porque sus días tienen 58 horas (caso único en el mundo, calculado a ojímetro) y su cutis no se resiente por ello.
Tú dirás si es muy normal que la semana te dé para:
- Negociar y rodar una película tras otra (con sus ensayos previos correspondientes, de modo que sepas tanto montar a caballo al más puro estilo Curro Jiménez, como ganar al campeón olímpico de esgrima sin que se te enreden las extensiones).
- Cuidar de seis churumbeles “dedicándoles tiempo de calidad a cada uno de ellos, de forma individual” (según ella misma confiesa al borde del ataque de melaza).
- Cuidar de tu matrimonio (“nos montamos cenas y viajes románticos porque los niños se nos meten en la cama cada vez que tienen pesadillas o mojan la sábana”).
- Reconstruir Nueva Orleans (eligiendo hasta las cortinas de las nuevas viviendas, para que casen con los cojines del sofá).
- Visitar Afganistán, Pakistán y demás países que rimen entre sí.
- Dar conferencias en la ONU, denunciando lo malos que somos los humanos y cómo nos estamos cargando el planeta.
- Ir al concesionario a elegir un coche híbrido, para que los medios no se te echen encima por incoherente.
- Posar con tu mejor perfil para las portadas de las revistas más prestigiosas.
- Dar entrevistas a todo periodista que se acredite ante tu puerta.
- Firmar (y protagonizar) anuncios de cosméticos, ropa y demás patrocinadores publicitarios (a trillón el segundo emitido).
- Acudir a eventos de todo pelaje (sean inauguraciones, televisiones, festivales de cine o estrenos teatrales).
- Comprar una mansión al mes (habiendo supervisado hasta el material ecológico del que estarán confeccionadas las cortinas de la ducha).
- O acudir a tele maratones en busca de donativos para cualquier zona devastada por cualquier fenómeno meteorológico.
Al margen de depilarte, hacerte las cejas, darte masajes por la cargazón de espalda que acumulas, acudir puntualmente a las sesiones de bótox prescritas por tu dermatólogo de cabecera y llevar la pedicura y manicura (y las canas) en su punto exacto de color.
Esta omnipresencia no puede ser normal.
Ni tan siquiera humana.
A mí que me lo expliquen.
Sólo me falta escuchar que lee mucho, que acude al gimnasio cuatro veces por semana, que lleva personalmente a sus niños al colegio o que el tiempo libre lo dedica a ponerse al día con los grupos de música del momento.
No es que sea perfecta.
¡Es que es agotadora!
Pero no es lo que parece.
No quiero ser Angelina Jolie por su cuerpo serrano, sus labios carnosos ni su compañero de cama (que también), sino porque sus días tienen 58 horas (caso único en el mundo, calculado a ojímetro) y su cutis no se resiente por ello.
Tú dirás si es muy normal que la semana te dé para:
- Negociar y rodar una película tras otra (con sus ensayos previos correspondientes, de modo que sepas tanto montar a caballo al más puro estilo Curro Jiménez, como ganar al campeón olímpico de esgrima sin que se te enreden las extensiones).
- Cuidar de seis churumbeles “dedicándoles tiempo de calidad a cada uno de ellos, de forma individual” (según ella misma confiesa al borde del ataque de melaza).
- Cuidar de tu matrimonio (“nos montamos cenas y viajes románticos porque los niños se nos meten en la cama cada vez que tienen pesadillas o mojan la sábana”).
- Reconstruir Nueva Orleans (eligiendo hasta las cortinas de las nuevas viviendas, para que casen con los cojines del sofá).
- Visitar Afganistán, Pakistán y demás países que rimen entre sí.
- Dar conferencias en la ONU, denunciando lo malos que somos los humanos y cómo nos estamos cargando el planeta.
- Ir al concesionario a elegir un coche híbrido, para que los medios no se te echen encima por incoherente.
- Posar con tu mejor perfil para las portadas de las revistas más prestigiosas.
- Dar entrevistas a todo periodista que se acredite ante tu puerta.
- Firmar (y protagonizar) anuncios de cosméticos, ropa y demás patrocinadores publicitarios (a trillón el segundo emitido).
- Acudir a eventos de todo pelaje (sean inauguraciones, televisiones, festivales de cine o estrenos teatrales).
- Comprar una mansión al mes (habiendo supervisado hasta el material ecológico del que estarán confeccionadas las cortinas de la ducha).
- O acudir a tele maratones en busca de donativos para cualquier zona devastada por cualquier fenómeno meteorológico.
Al margen de depilarte, hacerte las cejas, darte masajes por la cargazón de espalda que acumulas, acudir puntualmente a las sesiones de bótox prescritas por tu dermatólogo de cabecera y llevar la pedicura y manicura (y las canas) en su punto exacto de color.
Esta omnipresencia no puede ser normal.
Ni tan siquiera humana.
A mí que me lo expliquen.
Sólo me falta escuchar que lee mucho, que acude al gimnasio cuatro veces por semana, que lleva personalmente a sus niños al colegio o que el tiempo libre lo dedica a ponerse al día con los grupos de música del momento.
No es que sea perfecta.
¡Es que es agotadora!
14 comentarios:
El secreto es no creerte ni la mitad de lo que dice. La realidad es más bien otra cosa.
- Brad Pitt está hasta las narices de ella, de su histerismo, de su soberbia, de que se crea la mejor en todo y de que no admita ni una crítica. Por eso siempre que puede se quita de enmedio y se va lejos a rodar una película. Además el pobre tipo se queja de que con frecuencia lo deja a él solo con los niños y no aparece en semanas (sobre todo cuando está rodando). Así que no hay tantos viajes y veladas románticas como las que parece.
- Es mentira que a los niños los cuide personalmente y de forma individualizada. Los niños los ve muy poco incluso cuando está en casa. Tiene un ejército de niñeras, enfermeras, un médico las 24 horas del día... Ni una familia real. Tampoco me creo que los niños se atrevan a meterse en su cama y cosas parecidas. Brad Pitt confesó una vez que con frecuencia tiene ataques de ira por tonterías y que los niños no se atreven a acercarse. En esa época ella misma confesó estar bastante desequilibrada.
- Aprovecha y mata dos pájaros de un tiro en los viajes. Normalmente combina las apariciones de promoción de una película con sus apariciones "solidarias". Por ejemplo, está presentando "Salt" en varios países de Oriente y aprovecha y se acerca a Corea porque "está muy preocupada por los coreanos". Al día siguiente está presentando la película en Japón y ya ni se acuerda de los pobres coreanos.
Así que si te crees la mitad de la cuarta parte estarás más cerca de la realidad. Y la realidad es que para ella su vida pública está muy por delante de la privada.
Sobre el resto de cosas no puedo opinar, pero sobre los críos, estoy segura de que no existen ¬¬
De verdad, perpleja me quedo!
es que si fuera verdad todo eso, yo seria mucho mas desastrosa de lo que me creo!
nooooo!
que verguenza,estar aqui tonteando en el ordenador en lugar de seguir su ejemplo!!!!
jajaja,Cheli..estoy contigo... si me creyera algo de eso me tiraba por el balcón ahora mismo... me considero buena madre,esposa y mejor persona y no hago ni la mitad de esas cosas... claro,q yo no soy Angelina Jolie y no vivo en los mundos de yuppi!.
Esthertxu peazo aplauso por tu post !!!...si no fuera porq se q eres seguidora de Maruja llamaba ahora mismo al Semanal del Pais pa decirles q ultimamente me defraudan y q deberian contratarte!
Noooo, lo que pasa es Angelina es la tercera de tres hermanas gemelas, lo de tercera, es porque fue la última en que el doctor le diera la palmadita en el culete de rigor... Se reparten las tareas de la agenda semanal que su representante les prepara. Ahí esta el truco. Nadie lo sabe, asi que quede entre tu y yo, vale ? ;)
Pedazo mujer, jejeje
No puedo con mi alma de la risa, es buenísimo. Lo cierto, es que nos quedamos con una noticia, y cuando leemos la siguiente, la anterior se nos habrá escapado. Y envidiamos alas famosas, porque son "lo más de lo más".
Ahora: cuando resumimos, como tú en este caso, nos damos cuenta que todo , o la mitad, es pura mentira, porque aunque tenga 58 horas como dice, no lo llegaría a hacer todo.:)))
En fin, cuando pueda con mis dos trabajos y el blog, pasaré a la segunda fase del juego de Angelina.
Soy un desastre. Yo llevo cosas pendientes por hacer desde el sábado pasado... No merezco ni desatarle las zapatillas a Jolie...
Pues si que es verdad, es agotadora. NO me creo ni la mitad...tendrá 2 babysiter por cada niño, a mi que no me jodan!
Y yo con ése marido tambien hago un esfuerzo!! jajejejej por Brad Pitt MA-TO.
Estoy con Kotinusa, las cosas no son tan perfectas como parecen y los personajes glamorosos se crean una imágen que parece perfecta, pero las personas reales de esos personajes son como tu y yo, gente corriente con su imperfecciones y sus momentos fantásticos.... si no fuera asi y fuera como dicen en las revistas, la mayoría de las mujeres nos podíamos hacer tranquilamente el harakiri....
Besucos. ( Y me ha encantado el mini-comic, ajajajajaja)
Yo es que nunca me había planteado que Angelina y Brad fuesen personas... :)
Tienes un premio en mi blog, pasa a recogerlo!!!! :)
Te equivocas. Lo que pasa que la Jolie tiene contratado un servicio de clones y por eso puede estar en varios sitios a la vez y nadie se da cuenta.
Hija, ser así de asquerosamente perfecta es lo que tiene. Bueno, eso y tener más pasta gansa que el tío Gilito, que da para pagar ayudantes hasta para vestirte.
Felicidades por tu blog. Eres superdivertida. Con tu permiso, me quedo un ratito.
Juas! A mi para hacer lo mismo me faltarían in par de mese sl menos, jajaja
Publicar un comentario