Cada vez que veo en la calle a un fumador echándose al pulmón su ración de nicotina a velocidad supersónica, me da como cosica…
Vas paseando y te miran con ojitos compungidos. Con carita de cordero degollado.
Y yo lo paso fatal. Ahí, tapada por tres bufandas, con triple media tupida, bragas calcetines de felpa, botacas de goma y el paraguas ladeado por aquello de evitar en la medida de lo posible los vientos racheados y ¿qué me encuentro al doblar la esquina? Pues un par de fumadores en mangas de camisa. O en zuecos (pobre farmacéutica, y mira que cacareaba lo bien que le iban los parches… ¡pues los va a vender por carretillas!). Incluso he llegado a ver a una en combinación. No sé si es que le pilló el mono en pleno probador del ZARA o es que simplemente di con la exhibicionista de la calle. Pero ahí estaba: a tres grados Celsius, Marlboro en mano, churruscándose las uñas para ventilarse hasta el filtro y sin notar, del puro subidón de alquitrán, el biruji que debía de colársele entre los muslos.
¿Es esta la solución?
¿No hay un hueco para esta gente?
¿Acaso no tenéis corazón? Porque, a ver: ¿alguien se ha puesto a calcular lo que se gastan los fumadores en Aspirinas, Ibuprofenos y Fluimuciles desde que entró la ley en vigor?
Joder, si cada vez que oigo a alguien estornudar ya no le digo “Jesús”, sino “¿un pitillín?”. Y pa la calle que sale escopeteado. Angelicos… se pusieron los mocos el 2 de enero y todavía los llevan consigo… supongo que esto les obliga a consignar una partida en el presupuesto familiar destinada a genéricos a cascoporro, de lo contrario ni idea de cómo se financian el antojo.
Además, ya no es sólo el dineral en medicamentos.
Es que yo creo que fuman el doble.
Porque el primero lo queman de una calada ultra-profunda (¿no os habéis fijado? Se les ponen los ojitos en blanco y aspiran tan fuerte que provocan un seísmo grado 8 en la otra parte del mundo) y los sucesivos se los encienden “por si acaso no me dejan salir a la calle en las próximas dos horas”. Que cualquiera los aguanta esas dos horas, por cierto…
Hombre, por Dios, es que no es de recibo que te lleve un ligue al mejor restaurante de la ciudad y te pases sola en la mesa la mitad de la cena. Porque, a lo tonto, entre el cigarrito del principio, el de entre-platos, el de post-platos y el del cafelito, echan la noche en la puerta.
Así ocurre, que más de uno vuelve a la mesa y se encuentra que otro, más sanote él, le ha birlado la cita. Se han dado casos, informo.
Mi amigo Segis, sin ir más lejos, está intentando dejar el tabaco por un motivo parecido. No lo hace por su salud, ni por la pasta, ni siquiera por la ley talibán que se han sacado de la manga, qué va, sino porque dice que, si antes ligaba poco (yo le corrijo y cambio “poco” por “nada”), ahora ya es de miccionarse encima.
Dice que como una tía te vea fumar, enseguida te señala, se lo cuchichea a sus amigas y empiezan a mirarte como si fueras un narcotraficante.
- Es imposible acercarse a ellas. Salen corriendo como si las fueras a violar- me dice Segis al borde del llanto.
- No será para tanto, ¿no?- le pregunto yo.
- Pues a ti no te lo parecerá. Pero yo ya he acabado dos noches seguidas en urgencias por la tontería.
- ¿Te pegaron las del Ejército de salvación?
- Casi. Me echaron un bote de spray antivioladores a los ojos. No sé ni cómo sigo viendo...
- ¿Y no te dijeron nada las muy descerebradas?
- No. Sólo gritaban: “¡Cuidado! ¡Ha sacado un chester, ha sacado un chesteeerrrr!”. Cuando yo sólo estaba sacando un kleenex, que me notaba ya las velas a la altura de la barbilla por culpa del resfriado este que no consigo curarme.
Por rematar todo este sinsentido, la maldita ley también va a acabar con nuestra lengua.
Y no me refiero al músculo bucal, sino al idioma de Cervantes.
Expresiones tan comunes como “ahí me dejó, más tirado que una colilla” tendrán que ser sustituidas por otras como “me dejó más reciclado que un residuo orgánico”, mucho más acordes a la norma y con mayor conciencia ecológica y sanitaria.
Pena que el color tabaco tendrá que volver a ser el marrón-mierda de toda la vida.
Aunque a ver qué hacemos con el “estoy más quemado que la pipa de un indio” (no lo habré dicho veces ni ná, mi madre…), con el multifuncional “te va a caer un puro que ni lo vas a ver venir”, con el amenazante “a que te meto con el mechero”, o con el resolutivo “a ese le bajo yo los humos por la vía rápida”.
No les encuentro sustituto posible, por más que rebusco.
Y eso me tiene desolada…
13 comentarios:
"El color tabaco tendrá que volver a ser el marrón-mierda de toda la vida", jajaja, que buen humor el tuyo. Me encanta. Saludos, soy nueva por aqui, apenas ando visitando blogs, el tuyo me ha encantado, así que si lo permites, te agrego.
Me admira cómo eres capaz de darle la vuelta a un tema que da pena, para que dé risa.
Sí, yo también, cuando los veo desolados a la puerta de los bares, siento pena por ellos...
Tal cual!
Si bien no fumo, me dan pena las que pasan los que si lo hacen, y encima como esta el tema economico, me da una penita ver a mi amiga en el trabajo, cuando sale a hecharse el cigarrito y por algo tiene que entrar antes de terminarlo, lo apaga contra la pared por no tirarlo entero, y se lo guarda para despues! me parte el alma! ja jaja!!!
Besos!
Totalmente de acuerdo.
Ahora vas por la calle de los bares a la hora de la cena y te coge la ropa un pestuzo a humo...
Por otro lado, cuando entras en un bar, notas olores que antes quedaban enmascarados por el del tabaco, como por ejemplo el de los pedos de la gente.
No me digáis que no. Si es que hay cada marrano que para qué. No podían salir a desahogarse junto a los fumadores, no, se tenían que quedar dentro, con los "normales.
Jopetis, qué mundo este.
Sí que es verdad que,como se te ocurra darte un paseo por una calle principal te ves a montones de gente en las puertas de los negocios fumando a destajo, como si estuvieran castigados, y en las puertas de emergencia de los centros comerciales ya hay una pompa que como se te ocurra salir por algo o pasar, acabas colocado.
O las salidas de los hospitales, que ascazo!
Mi vecina está de 8 meses y fuma como un carretero, pobre crío.
Al menos con esta ley una no tiene que fumarse mil cigarrillos mientras desayuna porras en una cafeteria, ahora al menos, los churros te saben a churros, y no a 'fortuna'
saluditos, me he reido mucho con el post!
Ni que decir tiene que los pantalones de pitillo los han prohibido por incitar al fumeteo, pero el que es fumador de siempre, los que nos hechamos un pito social (osea cuando estas con amigos) o los que no se sabe por que fuman esto ha jodido pero somos fuertes ( aun no nos hemos muerto por el tabaco) y resistiremos los desaires de la ley, del frio y de las tontas que se alejan y tiran esprays. Por cierto, lo de tu amigo me parece demasieee, ¿tan feo es?
¡Gracia tienes Mari!....lo del color marrón tabaco es buenísimo.....y tienes razón, yo que ha vuelto a fumar me siento leprosa...me paso el día en la calle con un frio que pela y para colmo el gobierno, como no, se está pensando si prohibe las estufitas salvadoras porque dicen que contaminan ¡chupate esa! ya es el colmo, les pone prohibir y como dice el Herrera se tocan cuando lo hacen...por cierto el post anterior me ha hecho reir mucho...¡me troncho contigo!
Me ha encantado tu exposición del tema. Yo me libré del catarro por unos meses. Me alegro de haber dejado de fumar, quién me iba a decir a mi que me iban a dar penita los fumadores después de llevar 30 años fumando. Besosss
Jajaja que buena la imagen...y es que es cierto, vas a cualquier sitio y hay mas gente en la puerta que dentro...
Besitos de caramelo!
Genial como siempre Esthertxu... Haces una radiografia de la cotidianidad en clave de humor que es la monda. Cuanta razón tienes, pobre gente... Aaaaaaaaaachusssssss !!!
Bueno, ya llega el buen tiempo. Algo es algo.... Aaaaaaachusssss !! vaya x Dios
Me encantan los enanos, pero como recuerdo aquellos dias de tranquilidad echando un cigarrito y tomando algo en un bar sin escuchar gritos de niños, jejeje me vuelve lokoooo jhajaja
saludos
http://dalecalor.blogspot.com
Ja ja ja; lo que me he podido reir, nena tú vales mucho, que manera de dar la vuelta a las cosas, ja ja ja
Un besazo y gracias por alegrarme el día, eres de lo mejor.
Todas estas leyes “anti” que hacen por nuestra “salud” van a acabar no solo con el idioma sino también con nosotros.
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