Deseando estoy que llegue ya el 7 de Marzo para ver los Oscars con mi termo-café-con-leche y mi bolsa de pipas…
Es mi “noche en blanco” del año. No me la pierdo desde que la televisan y me encanta hacer una crónica de la ceremonia, cebándome especialmente en los modelis de las famosonas de Hollywood. Lo sé. Soy simple. Casi-casi como un tío de simple.
Es tanta mi obsesión que, en los últimos años, me he lanzado, así, a lo loco, y he acabado haciendo incluso crónicas de ceremonias de serie B, tipo los Globos de Oro o los Goya… pero no es lo mismo. Nononono. Para nada. Los Oscars tienen algo especial. Ese halo de glamour, sofisticación, saber-hacer y final-feliz que los demás no aciertan a encontrar por mucho que lo busquen…
Y, mientras espero el tan ansiado día, me recreo en la contemplación de los esperpentos de años previos, haciendo “porras” a ver si acierto de qué diseñador irá cada una, si le tirará de la sisa o si, esta vez, fulanita o menganita acertarán con el color de sus complementos…Veis cómo soy de simple?
Además, este año, la ceremonia promete. La van a presentar Alec-pásamelaspirulas-Baldwin y Steve-elpadredelanovia-Martin. Llevan días “calentando motores”, publicando cosas tales como que Mr. Baldwin se ha tomado todas las cajas de valeriana (por decir algo) que pilló por casa por la ansiedad que le provoca presentar tan magno evento, hasta tal punto que ha acabado hospitalizado. O que la Academia ha prohibido llorar a los premiados en sus discursos de agradecimiento. Sí, sí, llorar. Como la Academia te vea sacar el kleenex, zas, aparece una mano que te quita la estatuilla, porque moquear da mal en pantalla.
También sabemos que Almodóvar va a presentar el Oscar a mejor película de habla no inglesa (lo ha “cascado” él mismo en los Goya) y parece probable que Tarantino le acompañe al micro. Fijo que Penélope también presenta algo, como ganadora que fue el año pasado y es más que probable que arrastre cual troglodita a su hermanísima por la alfombra roja. La misma hermanísima que se queja de que la presenten como “la hermana de Penélope Cruz”, pero no pierde ocasión de posar con ella cuando la ocasión lo merece, porque todos sabemos que es muy duro triunfar en la Meca del cine y, encima, la promoción le sale gratis!!!.
Igualmente, sospecho que Avatar se lo va a comer todo. Horrorrrr!!! Desde cuándo una peli que parece “Pocahontas en Pitufolandia” se ha considerado una obra maestra??? Que sí, que sí, que ya sé que es la pera en cuanto a efectos especiales y que el rollo ese del 3D y sus gafitas-molonas tira mucho. Pero, por Dios y por todos los Santos, nadie ve que es toooodo azuuuullll?????? Soy la única que, al ver el trailer, pensó que su tele se había desconfigurado??? A ver si hay suerte y gana “mejor película” la de su exmujer (“The hurt Locker”) y acaban tirándose la zapatilla a la jeta, eso sí, con cuidado de no soltar ni una lágrima por el guarrazo, no vaya a ser que aparezca la tan temida mano que te quita el premio…
Espero con ansia el paseíllo por la alfombra roja de la tal Mo’nique, esa cucadita de “Precious” que acudió a los Globos de oro con tales pelánganos en las piernas que se podría haber hecho trenzas de espiga con ellos (todavía tengo pesadillas por las noches al recordarlo). O la aparición de Renée-carazampabollos-Zellwegger. Porque ella es eso: una aparición. No sabría decir si es un holograma o es que se da friegas de aguarrás. La veo como codificada. Cada año un poco más. Y sueño con ver a “Maraya” Carey, con sus perolas bronceadas asomando sobre un escote imposible, buscando su sitio entre las glorias hollywoodenses, o a Julia Roberts haciéndose la zamba (por qué siempre posa con los pies “pa-dentro”???), o a la cutre-hortera de “la Jenny” (léase, Jennifer López) marcando lorzas junto a su marido-el-ojos-hundidos. O a Soytodoculo-Beyoncé, posando cual baturra con los brazos en jarras sobre sus caderas...
Y ver esos focos cayendo sobre la Kidman para iluminarla cual gusi-luz. Y a ese George Clooney posando junto a su playmate de turno. Y a Jennifer Aniston buscando con la mirada un maromo al que agarrarse para darle en los morros (ya de por sí hinchados) a Angelina. Y ver los aspavientos de la mutante Drew Barrymore , a la cual ya confunden con Kate Winslet hasta en su propia casa. Y ver si el traje de Sandra Bullock tiene tanto brilli-brilli como promete. Y regodearme en la sobriedad de Marion Cotillard o en el chorbo de Demi Moore, que no entiende por qué su hija la mira con ojos de asesino en serie cada vez que le pone el DVD de su boda. Eso sí que tiene que ser chungo, que tu “papuchi” sea un tío bueno que te lleva…. 3 meses???
Y ver de nuevo a Heidi Klum y preguntarme, como cada año, qué pinta esta tía en los Oscars y por qué tiene que aparecer en todos los saraos y restregarnos por la cara que ha parido a su hijo número 23 hace 5 minutos y que si se mete en un pantalón vaquero del tamaño de mi muñequera y que si ella es que adelgaza persiguiendo a sus hijos por la cocina y que si es que su marido le hace la vida taaaaan, pero taaaaan fácil que va por el mundo que ni siente ni padece, sólo levita. A ver si no es para mosquearse. Es que hay gente que va provocando. Cómo no voy a ponerla verde, si lo está pidiendo a gritos???!!!!
Y ver a la siempre-histriónica Cameron Díaz posando con el culo-en-pompa, o si Sean Penn
Es tanta mi obsesión que, en los últimos años, me he lanzado, así, a lo loco, y he acabado haciendo incluso crónicas de ceremonias de serie B, tipo los Globos de Oro o los Goya… pero no es lo mismo. Nononono. Para nada. Los Oscars tienen algo especial. Ese halo de glamour, sofisticación, saber-hacer y final-feliz que los demás no aciertan a encontrar por mucho que lo busquen…
Y, mientras espero el tan ansiado día, me recreo en la contemplación de los esperpentos de años previos, haciendo “porras” a ver si acierto de qué diseñador irá cada una, si le tirará de la sisa o si, esta vez, fulanita o menganita acertarán con el color de sus complementos…Veis cómo soy de simple?
Además, este año, la ceremonia promete. La van a presentar Alec-pásamelaspirulas-Baldwin y Steve-elpadredelanovia-Martin. Llevan días “calentando motores”, publicando cosas tales como que Mr. Baldwin se ha tomado todas las cajas de valeriana (por decir algo) que pilló por casa por la ansiedad que le provoca presentar tan magno evento, hasta tal punto que ha acabado hospitalizado. O que la Academia ha prohibido llorar a los premiados en sus discursos de agradecimiento. Sí, sí, llorar. Como la Academia te vea sacar el kleenex, zas, aparece una mano que te quita la estatuilla, porque moquear da mal en pantalla.
También sabemos que Almodóvar va a presentar el Oscar a mejor película de habla no inglesa (lo ha “cascado” él mismo en los Goya) y parece probable que Tarantino le acompañe al micro. Fijo que Penélope también presenta algo, como ganadora que fue el año pasado y es más que probable que arrastre cual troglodita a su hermanísima por la alfombra roja. La misma hermanísima que se queja de que la presenten como “la hermana de Penélope Cruz”, pero no pierde ocasión de posar con ella cuando la ocasión lo merece, porque todos sabemos que es muy duro triunfar en la Meca del cine y, encima, la promoción le sale gratis!!!.
Igualmente, sospecho que Avatar se lo va a comer todo. Horrorrrr!!! Desde cuándo una peli que parece “Pocahontas en Pitufolandia” se ha considerado una obra maestra??? Que sí, que sí, que ya sé que es la pera en cuanto a efectos especiales y que el rollo ese del 3D y sus gafitas-molonas tira mucho. Pero, por Dios y por todos los Santos, nadie ve que es toooodo azuuuullll?????? Soy la única que, al ver el trailer, pensó que su tele se había desconfigurado??? A ver si hay suerte y gana “mejor película” la de su exmujer (“The hurt Locker”) y acaban tirándose la zapatilla a la jeta, eso sí, con cuidado de no soltar ni una lágrima por el guarrazo, no vaya a ser que aparezca la tan temida mano que te quita el premio…
Espero con ansia el paseíllo por la alfombra roja de la tal Mo’nique, esa cucadita de “Precious” que acudió a los Globos de oro con tales pelánganos en las piernas que se podría haber hecho trenzas de espiga con ellos (todavía tengo pesadillas por las noches al recordarlo). O la aparición de Renée-carazampabollos-Zellwegger. Porque ella es eso: una aparición. No sabría decir si es un holograma o es que se da friegas de aguarrás. La veo como codificada. Cada año un poco más. Y sueño con ver a “Maraya” Carey, con sus perolas bronceadas asomando sobre un escote imposible, buscando su sitio entre las glorias hollywoodenses, o a Julia Roberts haciéndose la zamba (por qué siempre posa con los pies “pa-dentro”???), o a la cutre-hortera de “la Jenny” (léase, Jennifer López) marcando lorzas junto a su marido-el-ojos-hundidos. O a Soytodoculo-Beyoncé, posando cual baturra con los brazos en jarras sobre sus caderas...
Y ver esos focos cayendo sobre la Kidman para iluminarla cual gusi-luz. Y a ese George Clooney posando junto a su playmate de turno. Y a Jennifer Aniston buscando con la mirada un maromo al que agarrarse para darle en los morros (ya de por sí hinchados) a Angelina. Y ver los aspavientos de la mutante Drew Barrymore , a la cual ya confunden con Kate Winslet hasta en su propia casa. Y ver si el traje de Sandra Bullock tiene tanto brilli-brilli como promete. Y regodearme en la sobriedad de Marion Cotillard o en el chorbo de Demi Moore, que no entiende por qué su hija la mira con ojos de asesino en serie cada vez que le pone el DVD de su boda. Eso sí que tiene que ser chungo, que tu “papuchi” sea un tío bueno que te lleva…. 3 meses???
Y ver de nuevo a Heidi Klum y preguntarme, como cada año, qué pinta esta tía en los Oscars y por qué tiene que aparecer en todos los saraos y restregarnos por la cara que ha parido a su hijo número 23 hace 5 minutos y que si se mete en un pantalón vaquero del tamaño de mi muñequera y que si ella es que adelgaza persiguiendo a sus hijos por la cocina y que si es que su marido le hace la vida taaaaan, pero taaaaan fácil que va por el mundo que ni siente ni padece, sólo levita. A ver si no es para mosquearse. Es que hay gente que va provocando. Cómo no voy a ponerla verde, si lo está pidiendo a gritos???!!!!
Y ver a la siempre-histriónica Cameron Díaz posando con el culo-en-pompa, o si Sean Penn
ha vuelto a hacer de las
suyas bebiéndose hasta
el agua de los floreros
antes de entrar al Kodak
Theatre, o si a Brad Pitt
le ha crecido la barba-chivo
unos centímetros más desde
su último
viaje humanitario…
y quiero ver de qué raza es
el perro que se trae esta vez
Mickey Rourke a la gala,
porque lo mismo es azul,
a juego con James Cameron
y sus secuaces…
4 comentarios:
Anda ! que bien...no sabia que veias la ceremonia...yo tb la veo cada año ... te llamo al phone y cotilleamos sobre la alfombra roja...o si quieres hacemos porra sobre los premios...
porra porra porraaaa
y la que gane, invita a una cenita.... con sus copas y todo, eh???
cawen....no habia leido esto....( en realidad me alegro que habria tenido que pagar yo jajaja)
Este año, hubo poquito glamour sobre la alfombra roja... Hasta nuestra Pe iba de lo más normalucha. UNa edción para olvidar.
Ah, y es verdad, qué fuerte lo de la Mo'nique en los globos de Oro!!! VAya pelos de estibador del puerto, joder!!
Me ha gustado la crónica!! Muy divertida.
Y a mí también me cae mal Heidi Klum, con sus tropecientos embarazos de los cuales se recupera a las dos horas. Claro, si no hará otra cosa que ir al gym. Qué otra cosa tiene que hacer ella??
Saludos!
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