Pincha +1 si te gusta el blog... ;-))

jueves, 4 de marzo de 2010

Vivir al límite

Mi amiga Paqui se ha echado un novio vigoréxico.
A ver si me explico.

Lo que antes era sólo “ser un culo de mal asiento”, ahora se llama “practicar la vigorexia”. Es decir, que no se contenta con llevar a mi amiga al cine, a la ópera o a pasar el finde a PortAventura. Qué va. Este tipo de gente te engaña con eso de la “vida sana” y, a la que te despistas, te encuentras una mañana haciendo un trekking combinado con rafting extremo y un poco de alpinismo en roca por la tarde.

Ellos lo ven como "un estilo de vida alternativo" y, por ejemplo, nunca viajan como el común de los mortales: siempre van en caravana, auto-stop o vaca-burra. Y te mienten a la cara, diciendo que todo está "a un paseíto". Despídete: una hora andando a paso ligero, como poco...

Y claro, Paqui está desesperada. Ya no puede ni sacar al perro, porque llega su novio, le ata una cuerda al animal, la engancha al cinturón de mi amiga y, hala, a correr que son dos días. Él le llama a eso “hacer canicross”. Paqui acaba medio potando y el perro ya no sabe cómo decirle que él lo que quiere es salir a mear, no hacerse las quinientas millas de Indianápolis con la dueña maniatada por la correa y echando hasta la primera papilla. Están ambos (perro y Paqui) en un sinvivir. Esto no es humano. No puede serlo.

Quedamos las amigas para ir a las rebajas y Paqui nos arrastra a comprar sogas y piolets, porque los necesita para una escapada “romántica” de fin de semana con su chorbo. Él le ha dicho que es una sorpresa, que no meta nada en la maleta hasta que le dé una lista con las cosas que va a necesitar. Ahí nos ves a todas, haciendo cábalas: mete el bikini que te lleva a Ibiza!!! Nono, mejor mete un vestidito de fiesta por si acabáis en Montecarlo!!!

Craso error. Cuando vi la lista, sólo acerté a comprender la palabra “cortavientos”. El resto era un batiburrillo de términos malsonantes, tipo crampones, mosquetones o clavijas. Mi amiga Paqui sólo lloraba. Miraba la lista, señalaba algo como farfullando y se nos ponía otra vez a lágrima viva. Nos rompía el corazón.

Y ahora lo que tengo es miedo.

Miedo de que Paqui acabe despeñada como una cabra cualquiera. Porque Paqui, si algo tiene, es tesón. Ella no ha escalado en su vida. Miento: una vez, la vi trepar al altillo para buscar sus pantalones-pata-elefante porque le habían dicho que se volvían a llevar. Punto.

Pero si su chico le dice”¡a escalar!”, ella tira parriba. Es que es muy cabezota. No se achanta fácilmente. Estoy segura de que intentará llegar la primera, aunque le cueste la crisma. Y nos mandará la foto desde la cima, con la cara colorada y desencajada, el pelo sudao y la mitad de las uñas rotas, pero toda orgullosa. Como si la viera.

Y acabará ultra-cachas, como está mandao, porque echará horas en el gimnasio con su chico y le acompañará a las “kedadas de la ensalada” con su grupo de aquagym.

Y ahora a ver cómo le explico yo que el sábado hemos quedado todas en el burguer para ponernos ciegas a grasas saturadas y bebidas carbonatadas. Otra llantina que le espera a la pobre…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

!Pobre Paqui! Aún no tiene asumido aquello que nos contaban de "mens sana et corpore sana " (supongo que se escribe asi o parecido ) Le falta descubrir lo bien que se está a la sombra de un árbol leyendo un buen libro o haciendo "panching " en la cama hasta que llaman para comer... Pero ya sabes por amor lo que sea jajaja

Anónimo dijo...

El amor es ciego. Pero creo que el traumatólogo de urgencias, gracias a Dios no lo es.

Esthertxu dijo...

Hombre, el amor es ciego... hasta cierto punto!!! Que a mí me ponen delante un puente pa saltar y le tiro el anillaco al "contrario" sin dudar, eh???
Juajuajua dónde quedó el romanticismo.... perdido en algún barranco...

Quizá también te interese...

Related Posts with Thumbnails